La incógnita de la lluvia unida al tráfico y la tremenda igualdad entre los equipos en la parte alta de la parrilla hace que el próximo Gran Premio de Mónaco parezca una de las pruebas más abiertas de los últimos años.
Eso es lo que piensa Rubens Barrichello, quien espera que Williams pueda aprovecharse de las circunstancias y reverdecer viejos laureles en la cita monegasca, lugar donde el equipo británico logró su último doble podio en 2005.