El jefe de equipo de Mercedes GP Ross Brawn admitió su más que gran frustración por el hecho de que sus pupilos se incordiaran en medio de las calles monegascas en la sesión definitiva de la calificación de ayer. Brawn tenía puestas muchas esperanzas en Mónaco como lugar propicio para lograr el mejor resultado de la temporada durante un sábado, pero tanto Rosberg como Schumacher no supieron aprovechar el espacio en pista.
Pero lo peor para el equipo, que saldrá mañana sexto y séptimo en parrilla, fue ver a Rosberg sair de boxes tras un leve problema, el cual derivó en su encuentro en pista con su compañero. "Me siento extremadamente frustrado después de lo hecho hoy porque nuestro coche fue bien todo el fin de semana, y como equipo no realizamos una buena Q3", declaró Brawn.