Bernie Ecclestone ha hecho oficial la noticia: la Fórmula Uno volverá a Estados Unidos a partir de 2012, y lo hará en un circuito construido específicamente para la competición situado en los alrededores de Austin, capital del estado de Texas.
El contrato, que tiene una duración de diez temporadas, ha sido firmado por el magnate británico y la compañía Full Throttle Productions, responsable de varias pruebas de la NASCAR y supondrá la vuelta de la Fórmula Uno a Estados Unidos después de que Indianapolis se cayera del calendario.