Michael Schumacher ha reconocido una vez más su eterna admiración y respeto por Ferrari, más aun cuando la escudería italiana está de cumpleaños, ya que celebran su presencia número 800 en una carrera de F1 este fin de semana en Turquía.
Schumacher, cinco veces ganador del mundial a los mandos de un Ferrari entre los años 1996 y 2006, declaró que "cuando eres parte de una gran familia durante tantos años es inevitable tener un gran afecto por tus compañeros y amigos. Siempre he llevado a Ferrari conmigo; una parte de mi corazón siempre será roja. La Scuderia tiene una única manera de hacer las cosas y es correcto mencionarlos como una familia".
"Todo el tiempo que pasé en Ferrari fue maravilloso, hice muchos amigos y he pasado por experiencias que no habría tenido de no haberlos conocido".