Una de las señas de identidad de Fernando Alonso es que siempre dice lo que piensa cuando algo no le gusta, sin importarle las consecuencias que le pueda traer. Y lo ha vuelto a hacer, no está nada contento con su monoplaza de 2010, el F10, y así lo ha dejado claro en una entrevista concedida a Auto Hebdo.
El piloto de Ferrari ganó la primera carrera del Mundial en Bahréin, en lo que parecía que podría ser el resurgir de los de Maranello tras una temporada 2009 desastrosa, pero nada más lejos de la realidad. Desde ese momento han ido quedándose más y más atrás respecto a sus rivales y Alonso ya está un poco harto de que todos los esfuerzos se hayan centrado en el 'F-Duct', haciendo que las evoluciones del coche sean prácticamente inexistentes.