Lewis Hamilton ha sido sancionado por los comisarios del GP de Canadá 2010. Tras la sesión de calificación, en la que consiguió la 'pole', fue llamado a declarar y el asunto se ha saldado con una multa económica y una pequeña riña.
Después de cruzar la meta, el piloto de McLaren recibió órdenes desde el muro de parar el motor del MP4-25 con el objetivo de que no se le acabase el combustible. Lewis así lo hizo, dejó el coche en punto muerto, se levantó del 'cockpit' y se dejó ir mientras celebraba la primera posición. Luego se bajó y empujó el monoplaza unos metros mientras no llegaban los comisarios de pista.