El GP de Canadá nos ha dejado una carrera interesantísima, donde hasta cinco monoplazas distintos se han disputado la victoria; ha sido una pelea con muchas alternativas e incertidumbres y alguna que otra moneda lanzada al aire. El resultado final ha sido un producto de motor y freno, en primer lugar, de conservación de neumáticos después, y de habilidad pilotando (y sobrepasando pilotos doblados) por último. Vamos a centrarnos en este artículo en las mecánicas y estrategias, dejando para mañana el análisis del desempeño de cada piloto.
En líneas generales podemos decir que en el Gilles Villeneuve, el primer circuito de potencia pura que nos encontramos en el Mundial, los motores Ferrari han estado al nivel de los Mercedes (Ferrari-McLaren, Toro Rosso-Force India), mientras que los motores Renault han estado por debajo, dejando a los Red Bull fuera de la lucha por el podio y al Renault de Kubica por detrás del Mercedes de Rosberg. Los que han fracasado de forma estrepitosa aunque esperada han sido los motores Cosworth, pues su equipo estrella, Williams, no se ha acercado a las posiciones de puntos, ni en calificación ni en carrera, accidentes y sanciones aparte. Pero vamos a entrar ya en el detalle: