Tras el análisis del papel realizado por cada equipo en el GP de Canadá, pasamos ahora a valorar la actuación de los pilotos. En un circuito tan rápido como el Gilles Villeneuve, el trabajo de conducción es determinante para el resultado final, no sólo por la habilidad para adelantar a otros rivales o defenderse de ellos, sino también porque el desgaste de los neumáticos motivado por una conducción demasiado agresiva ha obligado a varios equipos a entrar tres o hasta cuatro veces en boxes por sólo dos de algunos rivales, y eso es regalar muchos segundos en pista. Como detalle, podemos fijarnos que los primeros parciales con neumáticos blandos apenas duraron entre 5 y 10 vueltas, en los momentos de mayor pelea entre monoplazas, mientras que a final de carrera hubo pilotos que tuvieron que lidiar con neumáticos blandos hasta 37 vueltas, como fue el caso de Schumacher.
En este artículo se valora el desempeño de cada piloto, al margen de los errores o aciertos de estrategia o en boxes que haya podido cometer su equipo y que ya han sido analizados en el artículo de ayer. Y se dan por buenas todas las decisiones de los Jueces de Carrera en las diferentes polémicas habidas, aunque sí se valora la peligrosidad de las maniobras y el riesgo asumido por los pilotos en ellas. Tendremos tiempo, en un tercer artículo dedicado al GP de Canadá, de analizar en detalle estas maniobras polémicas y el tratamiento dado por los Comisarios y Jueces de Carrera a las mismas.