Consciente de que su equipo está siendo una de las grandes decepciones del inicio de temporada, Peter Sauber ha explotado contra los responsables del diseño del monoplaza que están utilizando, que fue concebido en la época que el equipo era BMW.
"El C29 es un coche realmente malo, sólo podemos ajustarlo un poco," reconocía Sauber al diario Blick. "Ha sido un regalo de despedida desagradable por parte de BMW y de Willy Rampf. Todas nuestras esperanzas se centran ahora en el C30 del próximo año".