Tras el análisis de las estrategias, corresponde analizar el papel desempeñado por cada piloto en el GP de Europa disputado sobre las calles de la ciudad de Valencia. Pero al igual que sucedía en el primer análisis, es difícil analizar y valorar la actuación de los pilotos en un GP que en realidad sólo se disputó durante las primeras 2 vueltas de carrera y las 5 que estuvo en pista el coche de seguridad. El resto del GP discurrió como una monótona fila de coches incapaces de adelantarse unos a otros, por lo que es difícil estimar las habilidades de cada piloto cuando prácticamente ninguno de ellos, ni por arriba ni por abajo, fueron capaces de superar al monoplaza que les precedía.
Es evidente que el momento decisivo de la carrera fue la salida del coche de seguridad a pista tras el accidente de Mark Webber. No hay que olvidar que en esas 5 vueltas se cometieron un gran número de infracciones al Reglamento, que acarrearon sanciones para 12 pilotos de los 21 que terminaron la carrera, para 6 de los 10 que entraron en los puntos y para 2 de los 3 que se subieron al podio. Entiendo por tanto que el mejor análisis de la carrera será el que efectuaré en los próximos días sobre la adecuación de dichas sanciones al Reglamento, pues los puestos finales de cada monoplaza, tanto aquellos que cometieron infracciones como los que no lo hicieron, dependió más de las decisiones de los Jueces de Carrera que de su desempeño efectivo sobre la pista.
Procede ahora analizar la actuación de los pilotos, si bien reconozco que debo sobrevalorar la maniobra de salida efectuada por cada uno, pues en realidad fueron en esas dos escasas vueltas cuando se decidieron las posiciones en meta; no es un GP para valorar negativamente la ausencia de adelantamientos pues el circuito no los permitía. Como ya hice en el análisis de los pilotos, doy por buenas las decisiones de los Jueces de Carrera, las cuales serán objeto de análisis separado en un próximo artículo en el que aprovecharé para explicar detalladamente cuál es el procedimiento a seguir cuando el coche de seguridad salta a la pista y cómo más de la mitad de los pilotos en pista en ese momento o lo desconocían o simplemente lo ignoraron.