Todos los aficionados esperábamos con ilusión la carrera del GP de Gran Bretaña de F1, disputada en el longevo pero recientemente remozado circuito de Silverstone, tras los resultados habidos en entrenamientos y calificación, que auguraban una dura pelea entre los tres primeros equipos del campeonato (Mc Laren, Red Bull y Ferrari) por la victoria con el aliciente añadido de que al menos otros tres equipos (Mercedes, Renault y Willliams) podían tener algo que decir en el reparto final de las primeras posiciones. McLaren, Mercedes y Williams respondieron al guión esperado, mientras que Red Bull, Ferrari y Renault se vieron inmersos en una sucesión de problemas que les impidieron mostrar su auténtico nivel competitivo. Pudimos disfrutar de unas bonitas remontadas, sobre todo las de Vettel y Alonso, pero seguro que todos hubiéramos preferido verles pelear en cabeza y no por el medio del pelotón.
Analizaremos en este artículo el papel desempeñado por cada uno de los equipos, como siempre haciendo abstracción de los aciertos y errores de los pilotos, y centrándonos en la competitividad de sus mecánicas, las estrategias diseñadas y el trabajo de los mecánicos en los garajes. También daremos por buenas las decisiones de los Jueces de Carrera, que una semana más han sido polémicas y de esta forma justifican el dedicarles un artículo aparte, que será publicado tras los habituales análisis de equipos y pilotos.