El único momento que empañó el sensacional Gran Premio de Gran Bretaña que Mark Webber completó desde el viernes al domingo fue cuando su equipo decidió quitar el alerón delantero evolucionado de su coche para dárselo a su compañero Sebastian Vettel.
"No sé si la diferencia entre nosotros en la clasificación fue marcada por los dos alerones, pero sí que fue una situación alejada de la ideal y sin duda hizo que la victoria fuera aún más dulce", dijo Webber en su página web.