José Ramón Carabante, el propietario del equipo Hispania Racing, ha dicho a su regreso de Hockenheim que aunque finalmente se llegue a un acuerdo de colaboración con Toyota para fabricar los nuevos monoplazas, la sede de la escudería seguirá en Murcia porque "el proyecto nace aquí y aquí seguirá."
Hispania dio por finalizada su relación con la empresa que construyó el F110, Dallara, en el mes de mayo y desde entonces han estado trabajando para asegurarse un nuevo fabricante para el coche de 2011. Carabante se ha mostrado muy satisfecho con como va la operación, valorada en unos 15 millones de euros, con una duración de dos temporadas, y que podría cerrarse muy pronto.