Tras el análisis de los equipos, entramos en este artículo a valorar la actuación de todos y cada uno de los pilotos en el GP de Hungría disputado en el circuito de Hungaroring. Como comentábamos en el análisis anterior, las especiales características del trazado húngaro convierten a este GP en uno de los favoritos para los pilotos de las escuderías menos potentes y en una trampa para los pilotos de los equipos punteros, pues sus continuas curvas y contracurvas igualan las mecánicas y permiten el lucimiento en lugares de privilegio de pilotos que normalmente apenas si pueden pelear por entrar en los puntos. Por si fuera poco, el fuerte calor que suele acompañar a los monoplazas en el fin de semana del GP castiga mucho las mecánicas y no son extraños los abandonos por avería, lo que permite que los equipos más modestos puedan aspirar a posiciones que normalmente les quedan fuera de su alcance.
Suele decirse del circuito de Hungaroring que dificulta demasiado los adelantamientos; algo de cierto hay en eso, en la medida en que faltan grandes rectas con fuertes frenadas al final (Hungaroring carece de "recta de atrás" y sólo posee la de salida/meta), pero como demostró Barrichello si un piloto se empeña en adelantar lo consigue. Y precisamente la dificultad de su trazado, con frecuentes vaivenes de lado a lado, curva y contracurva, sin llegar a ser chicanes, posibilita errores de pilotaje que son inmediatamente aprovechados por el piloto perseguidor, como pudimos ver que hizo Hamilton con Petrov o Button y Kobayashi con Liuzzi.
Queda pendiente un tercer artículo de análisis del GP de Hungría, con las maniobras más polémicas y su encaje dentro del Reglamento; en el análisis de hoy daremos por buenas las sancionas impuestas por los Jueces de Carrera y valoraremos a los pilotos teniéndolas en cuenta, aunque dejaremos fuera las cuestiones de estrategia, mecánica y trabajo en boxes, ya vistas en el artículo de análisis de los equipos.