Como la etapa de Alpe D´Huez en el Tour de Francia, hay que reconocer que algo tiene de especial el circuito de Spa-Francorchamps en el Mundial de F1 que nunca defrauda a los aficionados y casi siempre resulta decisivo en la lucha por el Mundial. Los viejos bosques de Las Ardenas han contemplado durante siglos cruentas y decisivas batallas entre los grandes ejércitos de cada época: Roma, Carlomagno, el Sacro Imperio, los Tercios españoles, Napoleón y hasta las grandes potencias enfrentadas en las dos guerras mundiales del S.XX midieron en Las Ardenas sus fuerzas. Y parece como si el espíritu de aquellas épicas batallas perdurara agazapado entre las subidas y bajadas, curvas y contracurvas del trazado belga, imbuyendo a los pilotos y equipos de un ardor guerrero excepcional que les lleva a ir más allá de sus propios límites en pos de la victoria... o la derrota.
No suele haber medias tintas en Spa, y el GP de Bélgica de este año no ha sido diferente. Cinco pilotos presentaban sus credenciales al título mundial en el histórico trazado y sólo dos han terminado la carrera en el podio, mientras que los otros tres no lograban sumar ni un solo punto. Como en toda batalla, quien mejor ha sabido adaptarse a las circunstancias del terreno, ha tomado las decisiones acertadas (o rechazado las equivocadas) y ha tenido la fortuna de su lado, ha resultado vencedor. Trataré de señalar cuáles han sido las claves que, para bien en unos casos, para mal en otros, han decidido la carrera. Hoy hablaré del trabajo colectivo de los equipos, dejando para mañana las decisiones individuales de los pilotos y para el fin de semana las maniobras antirreglamentarias que hemos podido ver en esta carrera, unas sancionadas y otras no.
Quiero señalar que he modificado la estructura del artículo, con el fin de ofrecer más información y más clara para facilitar la lectura parcial de aquellos lectores que tan sólo están interesados en algunos equipos. También he aumentado el número de fotografías para hacerlo visualmente más atractivo. Espero que os guste.