El GP de Bélgica nos ha deparado una preciosa carrera para el espectador, pero sobre todo nos ha dejado una interesantísima competencia para el aficionado. Porque más allá del gusto personal de cada seguidor de la F1 por uno u otro piloto, el circuito de Spa-Francorchamps ha mostrado a quien haya querido verlos las virtudes y defectos de prácticamente todos los pilotos que componen la parrilla. El tiempo cambiante unido a las curvas ciegas y cambios de rasante del circuito belga han igualado las mecánicas y dejado gran parte del trabajo en manos de los pilotos, y remarco la palabra "manos". Y junto a las manos, la cabeza; cuando la pista se moja es más importante no cometer errores que arriesgar aciertos; se avanzan más posiciones por accidentes de los pilotos precedentes que por adelantamientos.
Muchas veces los aficionados y la gente de la F1 hablamos de tal o cual piloto, qué no haría en una escudería ganadora; hoy hemos podido ver un buen ramillete de pilotos de equipos no ganadores sentar sus reales en las posiciones de privilegio mientras algunas figuras acabaron su carrera girando como peonzas. Invito a los lectores a elegir su favorito entre todos aquellos calificados con un "Muy Bien", todos ellos han salido revalorizados de esta carrera y seguro que alguno va a mejorar su contrato o su equipo sustancialmente el año que viene.
Recuerdo a los lectores que en este artículo trato de analizar la actuación de los pilotos, dando por buenas las decisiones de los Jueces de Carrera en cuanto a las sanciones impuestas y no impuestas; ese particular será objeto de análisis en un tercer artículo aparte. Vamos allá con la valoración de cada uno de los pilotos en esta brava carrera.