Según la prensa alemana y confirmado por el jefe de prensa de Schumacher, el alemán tuvo que conducir un taxi la semana pasada. El caso es que por alguna razón llegaba tarde al aeropuerto donde tenía que coger un avión. Como sabia que el taxista iba a ir a su ritmo le pidió poder conducir su coche y el taxista se lo permitió. Y gracias a eso llego a tiempo para coger el vuelo que tenía previsto.
El taxista estaba emocionado porque Schumacher hubiese pilotado su Opel Vivaro y además fue recompensado con una propina de 100 euros. "Fue una locura ver a Schumi conducir mientras yo estaba en el asiento de copiloto. Conducía con el acelerador al máximo por las curvas y adelantaba en zonas impensables".