Heikki Kovalainen ha querido aclarar que tomó la decisión de detener su monoplaza en llamas en la recta de meta en lugar de meterse en la calle de boxes porque era la opción más segura. El piloto de Lotus colisionó con Sebastien Buemi en las últimas vueltas de la carrera, provocando un incendio en la parte trasera de su monoplaza debido a los daños en el sistema de combustible, lo cual originó un gran revuelo.
Mientras las llamas salían del coche, el finlandés lo detuvo en la recta de meta y tras bajarse del mismo, tomó prestado un extintor con el que el propio piloto escandinavo detendría el incendio. Una vez finalizada la carrera, Kovalainen afirmó que la cosa no había sido para tanto: