Impresionante carrera, es lo primero que se me ocurre decir. Quiero romper una lanza por el circuito urbano de Singapur, que nos ha ofrecido semejante espectáculo; si tiene que haber circuitos urbanos, que sean como éste. Si alguien pensaba que en este circuito eran imposibles los adelantamientos, creo que Webber y Kubica nos han demostrado lo contrario; si alguien pensaba que en este circuito sólo eran posibles los trenecitos, los muros y los coches de seguridad se han ocupado de revolverlo todo cuando las posiciones parecían estables; y el espectáculo de ver a los monoplazas rozando las protecciones es incomparable para el espectador y ciertamente un reto para los pilotos, que aquí sí que no pueden recortar las curvas ni alargar la trazada. Un circuito para valientes, que no temerarios; un circuito para pilotos, aunque también las mecánicas deben resistir un calor infernal. Hablaremos de todo esto en el Podcast de este maravilloso GP.
Y precisamente de mecánicas y estrategias vamos a hablar en este artículo; porque el trazado de Singapur ha supuesto un reto para los ingenieros buscando la mejor puesta a punto de los monoplazas, y las dos salidas del coche de seguridad han puesto a prueba a los estrategas de cada equipo. Es cierto que el papel de los pilotos ha sido determinante, y de ellos hablaremos mañana en un segundo artículo, pero en esta carrera las cartas se han repartido desde boxes. Y no olvidemos la suerte, las dos salidas del coche de seguridad, los pinchazos de varios monoplazas,... ni las polémicas, con la salida de Alonso cerrando a Vettel, el toque entre Hamilton y Webber, o el muy similar entre Schumacher y Heidfield, el incendio del Lotus de Kovalainen...; estos asuntos serán analizados con detalle en un tercer artículo. Pero vamos ya con el análisis de la actuación de cada equipo, en el que trataré de dar las claves para interpretar lo ocurrido en la carrera.