En los test de Barcelona, Alfa Romeo no había convencido tanto por sus problemas de fiabilidad como por su escasez de vueltas, siendo el penúltimo equipo que menos había rodado allí. En cambio, la historia cambió con creces en Baréin, especialmente en el primer y el último día de pruebas. El número de vueltas combinado entre Valtteri Bottas y Guanyu Zhou había dado como resultado, como mínimo, 120 giros en esos días.
En la última jornada, la del sábado, el piloto chino cumplió con su programa, mientras que el finlandés lo había hecho todo bien hasta que sufrió un fallo en su monoplaza, lo que provocó una nueva bandera roja. A pesar de este imprevisto, ambos sumaron un total de 150 vueltas, su mejor marca en una sola jornada.
Todo perfecto hasta que surgió esa avería
"Un día muy positivo hasta que el fallo hizo que nos detuviéramos al final del día. Aprendimos más en Baréin que en Barcelona. Aún hay algunos fallos por resolver, pero puedo decir que el potencial del coche está ahí. Necesitamos asegurarnos de abordar todos los problemas y que no sucedan de nuevo; estoy convencido de que lo afrontaremos en los próximos días. Mirando nuestra actuación, aprendimos mucho sobre nuestro coche y seguiremos aprendiendo la próxima semana. Estoy preparado, como equipo también lo estamos y no puedo esperar para competir".