UNA CITA EMOCIONANTE

El briefing de F1 al Día: Gran Premio de Italia 2021

El equipo de F1 al día valora todo lo sucedido en el emocionante fin de semana en el Templo de la Velocidad.

Martín Yuguero Rafar 16 de Septiembre 2021 23:37

La pasada carrera en Monza había dejado muchas sorpresas, no hubo ni un solo momento para aburrirse, era el fin de semana que todos querían después de la 'no carrera' en Spa y un descafeinado domingo en Zandvoort. El Templo de la Velocidad no suele defraudar y lo visto en el último fin de semana no ha sido la excepción, el doblete de McLaren, otro enfrentamiento entre Verstappen y Hamilton, una zona media intensa para luchar por los puntos... El segundo Gran Premio de Italia de la temporada ha tenido de todo, así que es nuestro turno dar nuestro punto de vista sobre lo que nos ha parecido esta emocionante cita de la mano de nuestro equipo de redacción.

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Tras el parón veraniego esperábamos con ansia volver a engancharnos a la emoción plena que nos estaba otorgando este campeonato. Sin embargo, la cita belga disputada en Spa nos sorprendió con la lluvia torrencial, pensábamos que un poquito de agua sería un ingrediente extra que daría un toque potente, pero nos pasamos con los bailes para llamar a la lluvia y lo que nos quedó fue una de las tardes más bochornosas de la F1. En cuanto a Zandvoort, lo cierto es que lo mejor del fin de semana estaba en sus gradas, el regreso del trazado playero nos dejó ver de primera mano esa pasión que sienten los aficionados cuando su ídolo se juega el título. Fue una catedral, impresionante acudir a la casa del ejército naranja.

Sin embargo, hasta ese punto la emoción y la acción había sido nula, por una cosa o por otra estábamos en tierra de nadie en el regreso de la competición tras las vacaciones. Lo que no sabíamos es que justo al final de la ronda de tres nos iba a llegar todo de golpe. Y es que el Gran Premio de Italia nos dio la vuelta, los Mercedes parecían favoritos y Valtteri Bottas hizo su mejor fin de semana desde que la memoria me alcanza, de no ser por la sanción quizá hubiera ganado sin mucha dificultad. En cambio, pese a tener el mejor coche en esta ocasión, vimos a un Hamilton errático el sábado, el domingo trató de recuperarse, pero no vimos su mejor versión.

Los que sí estuvieron en su mejor versión fueron los McLaren, gran sorpresa y muy merecida. Vale que otros de delante fallaron, pero hay que dar la talla en el momento decisivo. Es una alegría inmensa, un premio a su gran esfuerzo y un impulso importante en su camino de regreso a la cima. Pasaron muchas cosas en Monza, pero está claro que el toque entre Max Verstappen y Lewis Hamilton fue lo más destacado, pues normal, se están jugando el título, al menos por ahora, porque sumando ceros cualquiera podría darles caza si se lo propone. Muchos se empeñan en buscar culpables, pero es que nos estamos jugando uno de los campeonatos más emocionantes de los últimos años. ¿Cómo no vamos a tener estos momentos en pista? ¿Alguien dejaría paso libre a su rival? Son dos campeones, no hay más.

Si queremos sacar la lupa y buscar al culpable, yo me inclinaría por poner a tiro a Dirección de Carrera, pues son muy laxos en sus decisiones. Unos dicen Max se tiró sin estar en posición y era imposible, Lewis no dejó espacio suficiente a Max, pero es que eso mismo lo vimos en la primera vuelta entre ellos mismos y también con otros protagonistas durante la carrera. Además de en otras pistas anteriores como en Imola. Pero, la cuestión es que Dirección de Carrera no ha sido firme y las sanciones han caído, cuando han caído, de forma aleatoria y sin dejar las normas claras, de ahí las dudas y culpas a un lado o a otro, no tenemos fundamentos sólidos porque se los han cargado.

El domingo el halo fue trascendental, pero no podemos esperar que los avances en seguridad sean suficiente motivo como para tapar las carencias y la ineptitud de los que están al mando. El partido se les fue de las manos cuando Max y Lewis empezaron a disputarse el título sobre el asfalto este año. En mares tranquilos cualquiera es capitán de barco, pero bajo la tormenta la historia cambia y Masi naufragó hace tiempo.

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Abordábamos el Gran Premio de Italia con el objetivo de olvidar el tedio vivido siete días atrás en Zandvoort, y por suerte lo conseguimos. Vaya si lo conseguimos. Este fin de semana ha tenido de todo: emoción, adelantamientos, incidentes de carrera y un nuevo encontronazo entre los dos pesos pesados de la competición. Pero vayamos por partes. Monza acogía la segunda clasificación al sprint de esta temporada. Si bien cuando se anunció el nuevo formato yo me posicioné en contra porque no le encontraba sentido, lo cierto es que me está empezando a callar la boca. Vivimos 18 vueltas con cambios de posiciones (nada que ver con la procesión que se esperaba), algún accidente inesperado e incluso la aparición del Safety Car. Mi aprobado a este "experimento", aunque lo prefiero como algo puntual; no apoyo la idea de que esté presente en toda la campaña. Ahora sí, disparemos al tema del fin de semana, de la próxima semana y quién sabe si del mes: Hamilton y Verstappen, Verstappen y Hamilton. Qué rivalidad, qué intensidad, qué locura. La verdad, no me lo esperaba. Ya en la primera vuelta, el de Mercedes tuvo que pisar el pedal del freno para evitar el toque con el neerlandés, pero lo vivido después fue el cóctel molotov de lo que se estaba cociendo. Sinceramente, considero que ambos son culpables de lo ocurrido: Hamilton por embotellar a su rival en demasía y Verstappen por tirar el coche donde no había espacio. Se veía a kilómetros que la situación iba a acabar mal. No había otro final posible. Por otro lado, estoy totalmente en desacuerdo con la sanción al piloto de Red Bull. O penalizas a los dos o a ninguno, pero bajo mi punto de vista la decisión de los Comisarios está fuera de lugar. No la comprendí en el momento en el que se tomó y sigo sin comprenderla ahora.

Al otro lado del garaje también pasaron cosas. Sergio Pérez volvió a vivir unos días de luces y sombras. Cuidado, porque no termina de despegar y los Grandes Premios siguen transcurriendo. Veremos cómo evoluciona en futuras pruebas, porque la distancia respecto a su compañero continúa siendo demasiado grande. Mejor esta vez le fue a Valtteri Bottas en cuanto a sensaciones. Muy bien el sábado y también el domingo. Solo la sanción en parrilla le apartó de una posible victoria que le hubiera supuesto una inyección de autoestima tras las últimas noticias. No obstante, los grandes protagonistas de esta cita han sido los McLaren, brillantes con un Daniel Ricciardo recuperando sensaciones y un Lando Norris que sigue maravillando por todos los rincones del mundo. Los de papaya atacaron, se arriesgaron y triunfaron. Estratosféricos en el feudo de su rival directo, Ferrari, que salvó los muebles como pudo ante una afición que estuvo cerca de celebrar el podio de uno de sus pilotos, pero que finalmente se tuvo que conformar con verles dejar atrás los fantasmas del año pasado. Ahora nos tomamos un respiro con buen sabor de boca y repletos de ganas de seguir viendo espectáculo. Porque sí, si alguna palabra define la temporada 2021 de Fórmula 1 es espectáculo.

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La carrera de la pasada temporada había dejado el listón bastante alto y era difícil de superar, pero lo visto en el último fin de semana no ha dejado indiferente a nadie. La sesión al sprint ha confirmado lo que se presenció en Silverstone, la idea es ingeniosa, aunque es necesario crear un mayor incentivo para que los pilotos arriesguen y no se conformen con el resultado a las primeras de cambio. Eso sí, esta vez ha tenido un impacto contundente en la parrilla del domingo como la pérdida de posiciones de Lewis Hamilton, el accidente de Gasly cuando partía quinto y la gran colocación de los dos McLaren. Si miramos más allá, esa carrera corta no había tenido más por el simple hecho de que 3, 2 y 1 punto no motiva a los pilotos y menos para aquellos que ya tienen una buena posición y no quieren arriesgar para nada.

La sesión final del Gran Premio ha sido sencillamente espectacular desde la primera vuelta. Daniel Ricciardo había demostrado de lo que es capaz de hacer tras haber superado a Max Verstappen en los metros iniciales, manteniéndole detrás gracias a su gran concentración y la competitividad de su MCL35M. Por detrás, el accidente de Antonio Giovinazzi también sido llamativo al ver esa enorme niebla que se generó a la salida de la segunda chicane. Aunque en esa misma zona tuvimos un pequeño adelanto de lo que nos encontraríamos más tarde tras ese toque entre Verstappen y Hamilton, una maniobra similar a la de Imola. Los enfrentamientos en pista entre los dos candidatos al título no han sido pocas en lo que llevamos de año, el neerlandés ha sido el que peor ha salido parado de estas batallas y Silverstone no está lejos en la memoria. Después de dos pit stops malos en ambos equipos, la vuelta 26 había sido la elegida para que tuviera lugar otro duelo, cualquier punto tiene una gran relevancia en esta etapa de la temporada y un cero era un drama. El británico salía del pit lane y el Red Bull iba a toda velocidad en la recta principal para superar a su máximo rival, aunque el timing fue exacto para que entraran en paralelo en la primera variante. Cualquier cosa podía suceder y siempre que están uno cerca del otro pasa algo y esta vez no fue una excepción. El suceso de la vuelta 1 se había repetido, pero cambiando la posición de los protagonistas, Max por el interior y Lewis por el exterior de la curva 2, uno no dejó espacio y el otro no aflojó.

Como era de esperar, se tocaron, aunque no fue como antes, el desenlace había sido muy diferente, el Red Bull salió catapultado por la banana disuasoria y acabó encima del W12. Un incidente aparatoso, ambos salieron por su propio pie, pero daba miedo ver que la rueda del RB16B había tocado el casco del campeón del mundo. Afortunadamente, la seguridad y el Halo volvieron a ser los grandes encargados de evitar algo que pudo realmente grave. Con el abandono de ambos, la lucha en el Mundial continúa, el ambiente se va caldeando más y más y el circuito de Sochi presenciará la siguiente batalla.

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