La temporada 2022 está llegando a su final y el Gran Premio de Brasil se postula como candidato a uno de los mejores del año. No faltó emoción ni espectáculo en ninguna de las jornadas que han dado forma al evento brasileño en el trazado de Interlagos. Desde F1 al Día ofrecemos nuestros puntos de vista sobre esta emocionante penúltima cita del calendario de 2022 y os animamos a compartir vuestras impresiones.
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¡Viva el Gran Premio de Brasil! No hay otras palabras para describir lo que hemos vivido durante todo este fin de semana, y es que hay que decirlo así, todo este fin de semana. Porque la verdad es que no ha faltado emoción en ninguna de las tres jornadas de competición sobre el asfalto que hemos tenido. Desde el mismo viernes, con la batalla por la pole en la clasificación vimos a un Haas acabar primero en la Q3, la pole para el Sprint era de Kevin Magnussen y la alegría y la sorpresa fue enorme para todos. Esa también es la magia de la Fórmula 1, aunque no se vea tan a menudo.
La Sprint por primera vez nos dejó ver batallas de principio a fin y remontadas valiosas de cara al domingo. Tuvimos un toque entre Carlos Sainz y Max Verstappen que dio vía libre a George Russell. Carlos Sainz se aferró a la segunda posición y Lewis Hamilton aguardaba detrás, sabiendo que ese segundo lugar iba a ser suyo por la sanción del madrileño. El show particular y entre equipos lo dio Alpine y Aston Martin, Fernando Alonso y Esteban Ocon se enfrascaron en una batalla suicida que los llevó al fondo de la parrilla el domingo.
Esto estaba viéndose venir, mientras que Alpine no ha mediado para poner sobre la mesa sus intereses como equipo y aplacar los egos que no hacen más que provocar pérdidas. En cuanto a los de Silverstone, vimos a Lance Stroll llevando a la hierba a su compañero, por suerte o mediación divina el percance no pasó a mayores. Aunque es vergonzoso ver cómo se arruinan las carreras entre compañeros de equipos. Más cuando el campeonato está llegando a su final y en la zona media cualquier punto es oro para intentar progresar en la clasificación de constructores.
El domingo los incidentes llegaban temprano, Kevin Magnussen y Daniel Ricciardo provocaban la salida del primero de los coches de seguridad. Aunque eso solo era el aperitivo, en la relanzada vimos a un Geroge Russell que pasaba la patata caliente a su compañero de equipo. Se marchaba en el último momento tirando a Lewis a los leones, porque Verstappen no lo dudó un segundo, lo intentó y se tocaron. Lo mismo pasó entre Lando Norris y Charles Leclerc, el monegasco llegó a impactar contra las protecciones, pero pudo seguir de forma milagrosa.
Las estrategias siguieron su curso y llegando al final apareció el segundo de los coches de seguridad, cuando el McLaren de Lando Norris se paró y con ello llegó el doble cero para McLaren. Y aún nada había acabado, empezaban las radios y las cosas se calentaban también en los mismos equipos con sus pilotos. En Mercedes autorizaban la pelea a Russell, pero no a Hamilton, raro que dejen luchar a quien va primero y no a quien va segundo.
De ahí pasábamos a Ferrari, Charles Leclerc imploraba a su equipo que pensaran en el subcampeonato de pilotos y su equipo solo le ofreció silencio. No digo que en Ferrari pidieran a Carlos que le dejara pasar sin más, pero se echó de menos al menos una respuesta. Leclerc lo ha dado siempre todo por el equipo y duele ver lo que vimos en sus radios. También escuchamos una radio tensa en Alpine con Esteban Ocon, le prohibían luchar con Fernando Alonso de nuevo, el español tenía mejor estrategia y apostaban por él, llegando a pedir confirmación de Ocon, respuesta que no obtuvieron.
La guerra más destacada en estas radios fue la de Red Bull, pues autorizaron el adelantamiento de Max a Checo, con el único objetivo de que atrapara y superara a Leclerc. Pero en esa pelea se había metido Fernando Alonso y el campeón del mundo no pudo llegar a atrapar ni siquiera al Alpine. Por lo que el Ferrari era todavía más imposible. Llegamos al final con Red Bull tratando de someter a Max Verstappen para que devolviera la posición a su compañero, porque ese había sido el trato. Pero Max solo ofrecía silencio y ninguna acción. Se negó en rotundo a ayudar a Checo y eso dejó ver de forma clara su egoísmo, su soberbia, su arrogancia y su poca lealtad al equipo que le ha dado todo y a un compañero que le ha dado mucho. Se le cayó la máscara al nuevo bicampeón del mundo.
En mi opinión, creo que ha sido el mejor fin de semana en lo que llevamos de temporada si hablamos de los tres días de evento. Pues la realidad es que no sabíamos bien cómo iban a terminar las sesiones, quién iba a ser vencedor o las posiciones que ocuparían el resto y eso nos gusta siempre a los aficionados. Nunca he sido muy partidaria de los fines de semana con formato modificado para el Sprint, pero debo decir que este ha estado por encima de muchos Grandes Premios y ha dejado con ganas de más.
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Madre mía, y había gente que decía que el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1 no tenía ningún aliciente porque ya estaba todo decidido. ¡Menudo fin de semana en Interlagos! Quiero empezar diciendo, y pensé que nunca lo iba a hacer, que disfruté de la Carrera al Sprint. Claro, muchos no tenían nada que perder y otros arrancaban fuera de posición, lo cual ayudó, pero bueno, para una vez que hay un buen espectáculo en este formato, es justo hacer hincapié. También quiero destacar la pelea entre los hombres de Alpine. Que después de lo que se vio en pista, fuera Alonso el que se llevara la sanción, deja patente lo mucho que tiene que mejorar aún la competición en decisiones de este tipo. ¡Qué vergüenza!
Llegó el domingo y, con él, una de las mejores carreras de la temporada, y precisamente por lo que comentaba antes, algunos no tenían demasiado en juego y se mostraron agresivos. Qué lujo volver a ver un duelo Verstappen-Hamilton. Que, por cierto, veo ridículo que se penalizara al de Red Bull, pero luego el heptcampeón se fuera de rositas. Para mí, nadie merecía sanción. Accidente de relanzada y punto, no hay más vueltas que darle. Dejemos pelear a los pilotos, por favor. En este caso, no se entiende la decisión de Dirección de Carrera. Quiero celebrar la gran actuación de Lewis, que pese a lo ocurrido, acabó segundo. Menudo final de campaña se está marcando. Lástima que se le escapa la victoria en este 2022. Abu Dabi será su última bala. ¿Lo conseguirá?
Y qué decir del sobresaliente George Russell. ¡Qué alegría verle en el escalón más alto del podio! Se lo merece. Es un tío humilde, trabajador, talentoso y veloz. Lo tiene todo. Ojo, porque si el año que viene Mercedes le brinda un buen monoplaza, no le descarto en la pelea por el título, y esto era impensable decirlo hace unos meses. La evolución del británico está siendo brutal, y aún le queda mucho camino por recorrer. De momento, esta temporada tiene muy cerca la cuarta plaza del Mundial; algo que pocos imaginaban al inicio del mismo, pues acabará la promoción por encima de un Ferrari, en este caso Carlo Sainz.
Pero vayamos a la "chicha". Y voy a abordar el tema comparando un poco la situación vivida en Ferrari y en Red Bull, porque bajo mi punto de vista, son bastante diferentes. Puedo llegar a entender la petición de Leclerc por radio, pero también comparto la determinación del equipo de no dejarle pasar, pues Alonso estaba demasiado cerca, y ya conocemos cómo se las gasta el Nano cuando huele sangre. Era demasiado arriesgado, y más con el español contando con gomas más nuevas. Podría haberles salido bien, pero si la situación se llega a torcer, el desastre podría haber sido mayúsculo. Hasta aquí bien. Lo que ya no está tan bien es lo que pasó en el garaje rival.
¿Me puede explicar alguien en qué momento un piloto tiene potestad sobre un equipo entero? ¿Qué es esa arrogancia de Verstappen: "Ya os he dicho que no le voy a dejar pasar"? Baja del pedestal, anda, que serás muy buen piloto, pero como persona tienes mucho que mejorar todavía. Aprende lo que son los valores y luego ya hablas lo que quieras. Y me da igual lo que pasara en Mónaco, en el siglo pasado o en la Cochinchina; si tu equipo te dice que le dejes pasar, le dejas pasar y te callas. Vergüenza me daría no jugarme nada y perjudicar a un compañero que me ha ayudado ya varias veces. Y repito, lo que pasara hace unos Grandes Primos, no me importa. La Fórmula 1 está por encima de cualquier piloto. Repito, CUALQUIER PILOTO.
No existe ni existirá nadie en este deporte más importante que la propia competición. Jamás. He defendido a Max a capa y espada muchas veces y me he alegrado de sus éxitos, pero espero de corazón que el karma, si es que existe, le devuelva lo que hizo este domingo en Interlagos. Ridículo, lamentable y vomitivo. Y no voy a gastar más tiempo en este individuo hasta que se mire un poco el ombligo y baje a la tierra, porque vale, ahora estás en lo mejor de tu carrera, pero en unas semanas puedes caer a los infiernos, y ahí solo contarás con el apoyo de la gente, esa misma a la que desprecias con tus acciones. Claro, de tal palo, tal astilla, no sé de qué me sorprendo teniendo en cuenta su parentesco con la perlita de Jos.
Voy a acabar estos párrafos con algo bueno. Muy bueno. El pedazo de carrerón de Fernando Alonso. Por favor, solo pido que se haga justicia y acabe por delante de Ocon en el Mundial. Se lo merece por el magnífico rendimiento que ha ofrecido todo el año y por darle un buen azote de realidad a un compañero que se ha dedicado a zancadillearle cuando ha podido, así como a un equipo bajuno que no ha estado al nivel de uno de los grandes nombres de la categoría. No os merecéis a Fernando, queridos señores de Alpine. Espero que os dé canela fina el año que viene con el Aston Martin.