El Gran Premio de Singapur ya es parte de la historia de esta temporada y de la historia de la Fórmula 1. Todos en el Gran Circo ya tienen la mente puesta en la cita de Japón, también un regreso muy esperado por todos los amantes del deporte de motor. Pero mientras eso llega, demos un repaso a lo sucedido en el Marina Bay y veamos qué nos pareció. Desde la redacción de F1 al Día contamos lo que fue para nosotros el evento de Singapur y os invitamos a compartir con nosotros vuestras opiniones y puntos de vista sobre la cita nocturna del pasado fin de semana.
Sandra Molina: "Pirelli puede ahorrarse las gomas de lluvia extrema"
El fin de semana de Gran Premio en Singapur se mantuvo ausente en el calendario de la Fórmula 1 con motivo de la pandemia. Desde 2019 no sé acogía allí al Gran Circo, pero era una alegría general volver a este trazado y recuperar parte de la tan ansiada normalidad, perdida este tiempo atrás. Sin embargo, y esto es opinión personal, la pista del Marina Bay puede exigir mucho a los pilotos y gustarle a ellos por cuestiones de pilotaje y dificultad. Pero lo que es emoción y carrera como tal para disfrute del aficionado... pues no mucho, la verdad sea dicha.
El atractivo de la cita se resume a la aparición de Virtual o Safety Car, para mí eso no es atractivo en lo que a competición se refiere. Prefiero ver pilotos adelantar y pelear mano a mano que banderas amarillas o coches de seguridad por accidentes al ir al límite entre las paredes de una ratonera de alta velocidad. Y si a eso le sumas horas de espera porque llueve y dicen que la situación no es segura... pues apaga y vámonos.
Dirección de Carrera debe reflexionar sobre esto, si la situación no es segura por el asfalto y su forma de drenar el agua, exige que lo cambien a uno que cumpla los requisitos si quieren celebrar allí un Gran Premio. Si no es segura para la Fórmula 1, ¿por qué si pudieron correr las chicas de la W Series con la pista prácticamente anegada? ¿No son las mismas medidas de seguridad para todos? Si la cuestión es que llueve, Pirelli gasta recursos económicos en fabricar unos neumáticos de lluvia extrema que sean seguros y aptos para condiciones de ese tipo. ¿Por qué ni siquiera salen a probar con esas gomas? ¿Por qué nos roban la competición con lluvia?
Siempre ha llovido y los pilotos han corrido, al menos han rodado para probar las condiciones en piel propia. Y este pasado fin de semana lo vimos también en las motos, Moto2 corrió con lluvia hasta que fue imposible, pero la cita quedó disputada a falta de 5 giros. La seguridad, la tecnología y todo ha avanzado muchísimo en este tiempo para que salgan a decirnos con un cartelito que no se corre por la lluvia. Y el colmo del absurdo llega cuando deciden ponerse en marcha y los coches salen directamente con intermedios, adiós a los de lluvia extrema. ¿Dónde estaba el riesgo entonces?
Centrándonos en la carrera, el primer incidente fue provocado por Latifi. El canadiense de Williams se llevó puesto a Zhou y su alegación por radio fue que no lo había visto. No es la primera vez que sucede con Nicholas esto, no creo que se pueda permitir que un piloto en una pista tan exigente cómo está y entre muros, se lleve a otro piloto por delante cerrándolo el paso de esa forma y que lo que diga es que no le ha visto. El castigo es inútil, posiciones en la parrilla de Japón para un piloto que suele salir atrás. No puede ir así, como el que va de paseo sin mirar y arruinando las carreras a otros compañeros.
En cuanto a Alpine... otra broma que se cuenta sola. Se prometían un fin de semana feliz y cosechando buenos puntos. Pero la realidad les despertó del sueño, doble abandono por problemas de fiabilidad con el motor. Y las palabras del equipo tras lo sucedido tampoco son de preocupación. En temas de pilotos la cosa se cuenta sola también, mientras que Alonso peleaba en buena zona, tras los mejores monoplazas, habiendo remado hasta una buena posición en Q3, Ocon se movía por las posiciones finales. Que cada cual lo juzgue por sí mismo.
Otro que no tuvo su día fue George Russell, el británico quedó fuera de Q2 el sábado y muy lejos de su compañero. Al parecer había problemas en su coche. Pero el domingo se le vio errático y desconocido, pararon pronto a poner gomas de seco, estando fuera de posición lo que toca es arriesgar y así lo hicieron. Aunque tampoco sirvió de mucho, pero lo que no se puede pasar por alto es la acción entre Russell y Mick Schumacher, ambos luchaban por posición. Mick dejó espacio a su rival, pero George se quejó por radio en exceso de la defensa de Mick, habiendo sido Russell quien obligó más de lo necesario al de Haas. Pueden salirte mal las cosas en una carrera, le pasó también a Hamilton y a Verstappen el domingo, pero hay cosas que se deben aprender.
Cristian Rodríguez: "Mientras la FIA siga manchando la F1, este deporte continuará inmerso en la mediocridad"
Tres años después, Singapur volvía al calendario de la Fórmula 1. La verdad, tenía muchas ganas de ver de nuevo en acción este Gran Premio, uno de los más exigentes, sin duda, para los pilotos, y uno de los más espectaculares a nivel visual para los aficionados. Sin embargo, la FIA ha vuelto a cargarse la competición con decisiones estúpidas que solo van en contra del propio deporte. Por supuesto, y lo repito por trigésima vez, la salud de los pilotos es lo primero, pero es un completo sinsentido que la carrera se retrase una hora por el agua, cuando las condiciones son para rodar perfectamente con neumáticos de lluvia extrema. Si no, ¿para qué narices sirven las gomas azules? Estamos ante los coches más seguros de la historia de la categoría reina del automovilismo, pero Dirección de Carrera considera que es una buena idea privarnos de una espectacular lucha sobre mojado por ser, una vez más, tremendamente conservadores.
¿Por qué en las W Series sí se puede competir en condiciones peores y en la que se supone la mejor categoría de coches no? Es ridículo y una auténtica ofensa tanto para los pilotos como para los espectadores. Lamentable la imagen de la mayoría de protagonistas yendo a parrilla con las gomas intermedias. Si no llega a ser porque el trazado de Marina Bay evacúa fatal el agua, nos habríamos encontrado una carrera en seco a las 15 vueltas. Si no se va a poder rodar en cuanto se acumule algo de agua, que la FIA cambie el calendario y meta Grandes Premios en terrenos desérticos. ¡Si es que hasta las motos corren en peores condiciones! ¡BASTA YA!
Sinceramente, me asquea cómo las altas esferas de la Fórmula 1 se están cargando el deporte en los últimos años. Y no me voy a meter a juzgar las determinaciones de sacar el Safety Car cada cinco minutos, porque entonces me sale más rentable escribir un libro. Dicho esto, voy a centrarme en la competición en sí. Cómo me alegra poder destacar el excelso fin de semana de Sergio Pérez. Se lo merece el mexicano después de lo mal que le ha ido últimamente, y de todas las críticas que ha tenido que soportar, incluidas las mías. Perfecto trabajo del número '11', especialmente en la jornada del domingo, mostrando una solidez propia de los mejores y dejándose la piel y la salud encima del RB18, porque si de algo no nos queda duda es de que lo dio todo sobre el asfalto. Exhausto estaba tras bajarse del monoplaza, al igual que su principal rival este fin de semana, Charles Leclerc. Otra oportunidad perdida del monegasco. Floja salida y adiós muy buenas. Tenía más ritmo que su rival al principio de la prueba, pero de poco le sirvió.
Para un futuro, el '16' deberá aprovechar mejor las oportunidades si quiere pelear por el título, o de lo contrario acabará convirtiéndose en un piloto segundón, y me da rabia, porque tiene talento a raudales, pero a veces eso no es suficiente. También tiene mucho que aprender su compañero de garaje, Carlos Sainz, perdido en la tercera posición y con la suerte de la imposibilidad de adelantar en pista, pues Hamilton tenía mucho más ritmo que él. ¡Si hasta Norris era más rápido en un tramo de la carrera! Me hicieron gracia irónica las palabras de cierto comentarista popular una vez finalizada la prueba: "Pérez y Leclerc están destrozados y Sainz da la sensación de que podría correr otra carrera entera". Faltaría más, ¡rodando un segundo por vuelta más lento que ellos! De verdad, qué reflexiones más simples y alejadas de la realidad. El español no tuvo ritmo. Listo. Fue mucho más lento y le salvó la peculiaridad del trazado, el fallo de Lewis y la mala pata de Verstappen. No hay más. Soy un férreo defensor de Carlos, pero basta ya de colocarle en un pedestal a toda costa en momentos en los que no lo merece. No estuvo a la altura y punto. Que no nos vendan la moto.
Poco destacable, igualmente, fue la prueba de los Mercedes, con los errores del ya mencionado Hamilton, así como de la arriesgada jugada de George Russell, que no salió bien. La verdad, no juzgo la decisión, porque viendo la posición en la que se encontraba el británico había que hacer algo distinto para remontar. Los alemanes se la jugaron y les salió mal, pero agradezco su valentía. Al menos pusieron pimienta a un tramo de la prueba realmente aburrido. Otro que también finalizó fuera de posición, y resulta realmente destacable viendo su rendimiento esta temporada, es Max Verstappen. Esta vez no pudo progresar hasta lo más alto. No me esperaba el fallo que cometió en su batalla con Norris. Impropio de la perfección a la que nos ha acostumbrado este año. Pero bueno, aunque no lo creamos, es humano. Todo apunta a que se llevará el título en Japón, territorio Honda. Si lo pensamos, es el mejor final posible para una campaña de ensueño. No me gusta que sea campeón con tanta facilidad, pero se lo merece.
Podría hablar del desastre de Alpine, si bien este equipo me da tanta pereza que no me voy ni a molestar en hacerlo. No sé cómo le irá a Alonso el año que viene en Aston Martin, seguramente sufra de lo lindo, pero me alegro de que separe su camino del de los franceses, siempre en tierra de nadie y con más luces que sombras. Que disfruten de su Esteban Ocon las próximas temporadas. Dónde quedó ese maravilloso equipo Renault que tantas alegrías nos dio. Qué pena. Pero no quiero cerrar este análisis con mal sabor de boca. Por eso me he dejado a McLaren para el final. No os imagináis lo feliz que me hizo verles en el Top 5, sobre todo a Ricciardo, que recuperó al fin la sonrisa. Se lo merece, al igual que Norris, uno de los pilotos más infravalorados de la parrilla. Al contrario de Alpine, los de papaya sí me emocionan, y confío en ellos. Sé que tarde o temprano llegarán. Mientras tanto, disfruto de sus éxitos, aunque estos se cuenten con un dedo de la mano últimamente.