A mediados de diciembre, Williams anunciaba la salida de Jost Capito como jefe del equipo, y un mes después daba a conocer su reemplazo: James Vowles. Un movimiento inesperado, pero que el ejecutivo alemán ha querido aclarar. Si bien la idea era continuar al menos un año más en su puesto, el agotamiento pudo con él, y es que el calendario cada vez más extenso le hizo decantarse por su marcha. Además, vio con buenos ojos la llegada de alguien tan experimentado como el integrante de Mercedes, por lo que, según su criterio, su asiento está más que cubierto. A todo ello se le suma la compleja etapa que atraviesa la escudería de Grove, pues necesita un largo periodo de tiempo para recuperar la competitividad y luchar en la zona media-alta de la parrilla. Un tiempo del que no contaba Capito, de ahí su determinación final.
Un adiós imprevisto
"Obviamente, no tienes la misma sensación desde fuera. El plan original era que iba a estar dos años, quizá un tercero, pero al mismo tiempo, hay tantas carreras que es agotador. Además, para llevar al equipo a donde debería estar necesitas algo más que dos o tres años. Comenté a la junta que ahora que ya tenían la base, deberían tener a alguien que estuviese con ellos a largo plazo. Hablamos sobre lo mejor para Williams y vimos rápidamente que era un buen momento para que dejase de ser jefe de equipo. En lo que respecta a James, es increíblemente competente y me gusta mucho, es una gran persona. Le di la enhorabuena por el puesto. No creo que Williams sea una 'Mercedes B', lo veo más que nada como un puro cambio de personal. Hemos trabajado juntos en el pasado, sobre todo en el tema de los motores y las transmisiones, por lo que todo se va a quedar de la misma forma en la que funciona ahora", ha comentado en una entrevista concedida a Auto Bild.