El pasado domingo fue un día histórico para Carlos Sainz, pues el Autódromo José Carlos Pace fue escenario del primer podio de su carrera deportiva (tras la sanción de cinco segundos a Lewis Hamilton), y no solo eso, sino que lo hizo tras arrancar desde la última posición. Una recompensa que llega después de una sobresaliente temporada del madrileño, así como de McLaren, que ha dado un gran paso adelante en comparación a ediciones anteriores y se ha asentado como el cuarto mejor equipo de la parrilla. El piloto español no duda en admitir que la carrera del domingo fue la mejor de toda su vida, ya que no alcanzó el Top 3 en una prueba marcada por la lluvia, sino que lo logró gracias a sus adelantamientos en pista, la arriesgada estrategia de una parada con las gomas medias y, en cierta medida, con algo de suerte por la aparición de los dos Safety Car, si bien es cierto que esto hizo que todos su rivales con gomas blandas nuevas se situaran justo por detrás.
Y es que el número '55' ha aseverado que las dos resalidas fueron las más complicadas para él en la Fórmula 1: "Definitivamente, la de Brasil fue mi mejor carrera, ya que fue normal, en condiciones de seco. Las dos relanzadas tras los Coches de Seguridad fueron las más difíciles de mi vida. La gente fue a una o dos paradas, mientras que nosotros nos comprometimos a ir a un pit stop. Por una vez nos arriesgamos, y lo cierto es que valió la pena", ha expresado en palabras para el portal web estadounidense Motorsport.
Un podio merecido
Sainz asombró a muchas personalidades en Interlagos, y uno de ellos fue el propio director de la Fórmula 1, Ross Brawn, quien destaca el excelso trabajo del madrileño el pasado fin de semana, el cual define como virtuoso, y al mismo tiempo hace hincpaié en la gran labor tanto del piloto como de la escudería de Woking a lo largo de toda la temporada, donde se han erigido como los mejores de la zona media: "La de Carlos fue una carrera impresionante, y el hecho de que tuviera algo de ayuda de los Safety Car, de los abandonos y de los accidentes no quita que fuera un rendimiento virtuoso. Fue el único piloto que completó las 71 vueltas con una única parada y sin montar el neumático más duro de Pirelli. Una actuación sin errores de principio a fin. Tuvo un forcejeo emocionante con Kimi Räikkönen, que llevaba neumáticos blandos y 20 vueltas más jóvenes que los suyos. El tercer puesto es una recompensa merecida para un piloto y un equipo que han sido los mejores de la zona media de la parrilla todo el año. Es una dosis que refuerza la moral del equipo de cara al invierno", ha señalado a modo de conclusión.