Aún no ha comenzado el fin de semana de Gran Premio y McLaren ya debe hacer frente a un importante obstáculo, y es que finalmente se verá obligado a montar un segundo MGU-K en el monoplaza de Carlos Sainz. Recordemos que el piloto madrileño tuvo que abandonar en Australia tras sufrir un problema en su unidad de potencia. Respecto a este contratiempo, el número '55' admite sentirse ciertamente aliviado por saber que no ha sido culpa ni de él ni de la escudería británica, sino de su motorista; en este caso Renault: "El MGU-K está fuera, en la basura. Habrá que poner el segundo, y solo hay dos permitidos, por lo que esta no es la mejor forma de empezar la temporada en cuanto a fiabilidad, aunque está claro que no es nuestra culpa", ha comentado el español ante los medios de comunicación presentes en Baréin, según recoge el diario As.
Por otro lado, Sainz asegura que el MC34 llega a Baréin con mejoras que les harán más fuertes, y además destaca que el trazado de Sakhir será más indicativo en cuanto al rendimiento específico de cada escudería. Igualmente, se muestra optimista al aseverar que esta temporada no dependen tanto de la velocidad punta como en años anteriores: "Hay mejoras en el coche de cara a esta prueba, y las observaréis, ya que están a la vista. No puedo decir exactamente cuáles, pero con buen ojo se pueden ver. Quizás esta parrilla sea más realista en cuanto al rendimiento real de cada equipo gracias a las características del circuito, los tipos de curva y a que hay menos baches, lo cual permitirá representar mejor dónde se encuentra cada uno. En comparación al año anterior, creo que tenemos un buen coche de carreras que debemos mejorar en clasificación, pero más o menos estará en la batalla. Quizás este año dependemos menos de las rectas, y en ese sentido será un aspecto un poco nuevo para nosotros, pues no iremos a Canadá, Spa o Monza diciendo que el fin de semana está perdido, sino que ahora tendremos opciones de puntuar", ha continuado.
Cualquier mínimo detalle marcará la diferencia
Del mismo modo, el español explica que el factor más decisivo para superar a sus rivales no será solo evolucionar, sino que la diferencia la marcará el hecho de hacerlo más rápido que el resto de equipos de la parrilla: "Hay posibilidades de mejora en todos los ámbitos que conozco de un coche de Fórmula 1. Con desarrollo y haciendo las cosas bien como equipo estoy seguro de que, si traemos piezas que funcionan, se puede empezar a mejorar rápidamente. Como es obvio, los demás mejoran a un ritmo parecido, así que esto consiste en ver quién mejora más rápido", señala.
Entretanto, el piloto de la escudería de Woking vaticina una sesión de clasificación muy igualada este sábado, como ya ocurriera en Melbourne, aunque espera que en esta ocasión la suerte esté de su lado. No hay que olvidar que el español no pudo pasar de Q1 en Melbourne tras encontrarse con Robert Kubica en pista durante su vuelta lanzada, lo cual le penalizó en demasía, y es que, como bien afirma él mismo, un par de décimas pueden ser decisivas para ganar o perder un gran número de posiciones en la tabla: "Hay optimismo en el equipo, sobre todo porque no sabíamos muy bien dónde íbamos a estar. Yo tenía buenas sensaciones después de los libres y de los test, por lo que era consciente de que podíamos rascar algo en clasificación, aunque por desgracia no lo pudiera demostrar; pero sí, el coche está ahí. Estamos en la mitad de parrilla. Entrar en Q3 o quedarte en Q1 dependerá de si esas últimas dos décimas caen o no a tu favor", ha añadido el madrileño para finalizar.