El equipo McLaren volvió a vivir un domingo de Gran Premio agridulce, esta vez en Baréin. El monoplaza es competitivo, como refleja la sexta posición de Lando Norris en carrera y ya había quedado patente en la jornada del sábado con ambos coches en Q3, sin embargo, en el otro lado del garaje, el de Carlos Sainz, las cosas no parecen transcurrir de la manera esperada. El piloto español realizó una gran salida en la que demostró que tenía ritmo suficiente para atacar al Red Bull de Max Vestappen, y lo hizo. Intentó pasarle por el exterior, pero se cerró demasiado en la curva y se encontró con el neerlandés, con quien se tocó rueda con rueda, lo que acto seguido acabaría provocando un pinchazo en su MCL34 que le haría caer hasta la última posición de la parrilla tras llevar a cabo la parada en boxes. Por si fuera poco, a dos vueltas del final un problema en la caja de cambios le obligó a retirarse y, por ende, marcharse de nuevo con su casillero de puntos en blanco. Algo que no refleja la gran evolución de la escudería británica, que ha comenzado la campaña como una de las más fuertes de la zona media de la parrilla.
A pesar de todo lo ocurrido, Sainz no se arrepiente de haber atacado a Verstappen, pues como él mismo afirma, hace meses era inimaginable poder medirse de tú a tú con un Red Bull (el equipo austriaco logró hasta cuatro victorias en 2018), por lo que no podía dejar la oportunidad de intentar la machada. Salió mal, pero si hubiera logrado adelantarle, se habría convertido en el héroe del día. Es por ello por lo que asegura que lo volvería a hacer si se diera la disyuntiva. Ahora, el madrileño ya piensa en la próxima prueba del Campeonato, China, donde espera, esta vez sí, hacerse con una buena suma de puntos, la cual necesita para salir de la parte de atrás de la clasificación general.
Al límite
"Hoy ha sido un día difícil de asimilar. Saber que teníamos ritmo para luchar con el Red Bull en la primera vuelta es algo que era inimaginable hace cinco meses. Como piloto, lo único que quería hacer era adelantar a Max y llevar el coche lo más arriba posible. Por muy buena posición en la que estuviese en ese momento, no hay que ser conformistas: si el coche y yo estábamos para intentar un adelantamiento a Verstappen, se intenta. No me arrepiento; de hecho, lo volvería a hacer, y más después de haber visto las imágenes. Me ha tocado pinchar a mí, como le podía haber tocado a él. El adelantamiento llega a salir bien y quedas como el héroe del día. Sale un poco mal y te quedas chafado. Así es el deporte y así son las carreras, y lo cierto es que me flipan, así que... ¡seguiré luchando! Gracias por todos vuestros mensajes de apoyo. ¡En China vamos a por más!", ha publicado el madrileño en unos stories de su cuenta oficial de Instagram.