La situación en Williams era insostenible en cuanto a competitividad se refiere durante la última campaña ya que terminaron en décima posición en el mundial de constructores. En contadas ocasiones, el equipo de Grove fue rápido en un fin de semana de carrera pero lo habitual era que ni pasaran de Q1 y que concluyeran los domingos en las últimas posiciones. Debido al declive que sufrieron en 2018, se dieron cuenta y comenzaron a hacer cambios para ir saliendo poco a poco de esa oscuridad que estaban inmersos. Aunque su perspectiva sea distinta a la anterior, Claire Williams pide calma porque este resurgir costará tiempo y recursos para que sea exitoso.
Imposible mejorar el FW41
"Pienso que los problemas estuvieron relacionados con el coche, tuvimos problemas desde el principio hasta el final. Intentar hacer cambios para conseguir más rendimiento en un coche como ese siempre fue complicado. Probamos y probamos, no fue falta de trabajo duro, energía o moticación, supongo que teníamos unas imperfecciones tan fundamentales que fue difícil rectificarlas a mitad de temporada. A pesar del presupuesto que invertimos, si hubiéramos tenido el triple, estoy convencida que no hubiera cambiado nuestro rumbo.
No cambiará su situación de la noche a la mañana
"Tenemos que ser conscientes de qué podemos lograr con los cambios que hemos hecho. Los cambios siempre son positivos, alternan el equilibrio, pero para que haya una diferencia significativa necesitas fijar esos cambios durante un tiempo. Como he dicho reiteradamente, no se pasa de la quinta a la décima posición [en constructores] sin que haya problemas en tu organización y estamos en un lento proceso para resolverlos. Tenemos 650 personas en nuestro equipo, aun así tenemos recursos limitados cuando se necesita solucionar todos los problemas que tenemos. Necesitamos moderar nuestras expectativas de lo que vayamos conseguir en 2019 porque tenemos que solucionar mucho".