Nunca es fácil comenzar una nueva etapa, sobre todo si esta conlleva un camino más complicado del que te precede. Es el caso que afronta desde hace unos meses Daniel Ricciardo. El australiano decidió marcharse de Red Bull a finales de la temporada pasada con rumbo a Renault, una escudería a día de hoy bastante inferior y con la cual pierde, a priori, cualquier opción de luchar por las victorias, algo a lo que sí pudo optar en 2018. De hecho, el piloto de Perth se subió al escalón más alto del podio hasta en dos ocasiones durante la pasada campaña (China y Mónaco). Sin embargo, todo apunta a que en 2019 no lo va a tener nada fácil. El Gran Premio de Australia, donde competía como anfitrión, fue una clara muestra de ello. La jornada del sábado ya hacía presagiar un difícil inicio de año, con ambos pilotos del equipo de Enstone fuera de Q3 y Ricciardo partiendo desde la duodécima posición.
Y así se ratificó para el australiano este domingo, cuando en la salida perdió el alerón delantero tras encontrarse con un agujero en la zona de la hierba, lo cual le arruinó cualquier opción al Top 10 en carrera y posteriormente terminaría provocando su retirada. Ante esta situación, el jefe de Renault, Cyril Abiteboul, ha querido pedirle paciencia a su piloto, pues asegura que el equipo no puede dar un salto cualitativo sustancial de un día para otro, aunque admite que Ricciardo es consciente de ello desde el primer momento, ya que es algo que conocía antes incluso de tomar la decisión de recalar en sus filas.
Sabe el sitio en el que está
"Ricciardo no ha subestimado la magnitud de unirse a Renault, ya que siempre ha sido consciente de que no podemos correr en las mismas condiciones que un equipo de la zona alta de la tabla. Es por ello por lo que debe sacar su coraza y tener algo de paciencia en los primeros días. No podemos ascender tres lugares como si nada; él lo sabe igual que yo, por lo que no tiene pánico al respecto. Es un tío inteligente. Tendremos en Baréin un circuito más tradicional que en Melbourne, con más espacio a los lados", ha comentado en unas declaraciones concedidas a la revista francesa AutoHebdo.
Entretanto, el piloto australiano reconoce no haberse encontrado cómodo en todo el fin de semana, algo que se ha visto reflejado tanto en la tabla de tiempos como en su rendimiento en pista. Y es que no duda en aseverar que se marcha de Australia cansado, por lo que la próxima temporada intentará afrontarlo todo de una manera diferente: "Tengo la sensación de que todo el fin de semana fue complicado, porque empujas todo el tiempo y nunca haces lo suficiente, pero tengo la sensación de que hicimos más de lo que estaba en nuestras manos. Me encuentro vacío por varias razones. Estoy cansado. He intentado ayudar a todos en los últimos días y no he puesto atención en mí. Sin duda, lo cambiaré para el año que viene", ha señalado para finalizar.