El piloto australiano, Daniel Ricciardo, abandonó este invierno la tripulación de Red Bull justo antes de que se embarcaran en un nuevo proyecto: la participación en el campeonato de Fórmula 1 con tecnología japonesa. En cierto modo, Ricciardo afronta este año la situación de presenciar desde fuera lo que puede ser un estreno por todo lo alto de la nueva pareja Red Bull-Honda. El australiano, sin embargo, admite que tuvo que aceptar en su momento la posibilidad de que, en efecto, Red Bull-Honda compita por el campeonato mundial de Fórmula 1 en su primer año juntos esta temporada.
El próximo año, después de haberse alejado del equipo austriaco, Ricciardo correrá para Renault después de un episodio algo convulso en torno a su traspaso. El paquete de Renault vivió la pasada temporada una fuerte mejora que los dejó como el mejor equipo del resto, después de Mercedes Ferrari y Red Bull. Este año empieza la nueva etapa del equipo de la bebida energética con nueva unidad de potencia ya que Red Bull optó por finalizar su asociación de 11 años con los proveedores de motores Renault el año pasado y firmar un contrato de varios años con Honda, quien suministró los motores de Toro Rosso en 2018. La incertidumbre sobre la competitividad del fabricante japonés fue lo que movió la balanza para que el piloto de Red Bull, Ricciardo optase por unirse a Renault esta temporada, a pesar de los signos evidentes de que había avanzado mucho en su rendimiento y la fiabilidad de sus motores.
En paz con lo que vendrá
Dado el progreso de Honda, Ricciardo dice que el escenario de un paquete competitivo de Red Bull "jugó un papel importante en su cabeza", pero siente que necesitaba un cambio de entorno a pesar de eso. "En realidad, como parte de la toma de decisiones que dependían de mí, tuve que pensar en todos los escenarios, y también me puse en la mentalidad de '¿Qué pasaría si Honda y Red Bull dieran un espectáculo el año que viene?, ¿y si Max se convierte en campeón del mundo?", decía Ricciardo. "Así que ya había planteado eso a través de mi cabeza y me había puesto bien con eso, o lo había aceptado. Creo que al final del día, la forma en que lo vi fue una de las grandes cosas que me hizo no retroceder cuando sentí que necesitaba cambiar a pesar de todo. Incluso si el equipo lo mata en 2019, no sé si estaría convencido de que fuera algo bueno para mí, si es que eso tiene sentido. Así que he llegado a un acuerdo con lo que ocurrirá, y creo que, independientemente de eso, es lo correcto para mí ".
Le preguntaron si recordaba sus cinco años en Red Bull con algo de arrepentimiento, pero Ricciardo respondió: "No, no diría nada acerca de ningún arrepentimiento, en absoluto, en realidad. Supongo que también es posible que se deba a que nunca tuve muchas otras opciones, así que no es como si hubiera podido firmar con Mercedes hace dos años y no hubiera querido o algo por el estilo. Así que no me arrepiento de nada. Estoy feliz. Si miro el 2018 y el 2015, entonces sí: no puedo negar el hecho de que ha habido algunos años frustrantes, pero siempre estoy contento con la forma en que lo abordé. No miro hacia atrás y digo 'Ah, si hubiera trabajado más duro, entonces no estaría en esta posición y habría mejorado las cosas para m'. Nunca siento que me haya engañado a mí mismo, y algunos de mis mejores fines de semana han sido cuando me he sentido más relajado, en paz, y menos intenso. Pero creo que he encontrado ese equilibrio, así que no me arrepiento de ningún paso dado", aseguraba el australiano.