La segunda mitad de la temporada había marcado un punto de inflexión para la escudería francesa, logrando buenos resultados de manera consecutiva, entre los cuales se encuentran los podios de sus pilotos. Daniel Ricciardo se había hecho con el timón del barco y gracias a esta mejora en el monoplaza, las actuaciones fueron mejores y podía luchar de tú a tú contra el resto de adversarios de la zona media. En su carrera de despedida, el australiano había finalizado séptimo, una posición que no cambiaba el orden en el Campeonato de Constructores, pero puede decir que se marchó luchando hasta la bandera a cuadros. Sin embargo, la quinta plaza en ambos Mundiales ha sido positivo para Renault y también para el piloto porque pudieron demostrar su potencial después del bache de 2019.
Mejora notable de 2019 a 2020
"En el año pasado hubo momentos buenos, pero sentimos que hubo un bajo rendimiento general, así que lo cambiamos este año, fuimos fuertes y estuvimos orgullosos por ello. Obviamente, perdimos el cuarto en Constructores, aunque estoy contento con el quinto en el de Pilotos. Quiero agradecer a Renault, Enstone por los dos años y a Viry por los siete, ya que he competido con motores Renault en toda la era híbrida", ha finalizado el piloto australiano en palabras recogidas en la página de la Fórmula 1.