El 2014 fue un año decisivo para el despegue de Daniel Ricciardo en la Fórmula 1. Tras dos temporadas bajo las órdenes de Toro Rosso, el piloto australiano llegaba al mejor equipo de la categoría por aquel entonces, Red Bull, que había logrado cuatro títulos de Constructores consecutivos. Asimismo, debía enfrentarse a todo un tetracampeón del mundo al alza, Sebastian Vettel. Muchos pensaban que el de Perth saldría perjudicado de esta situación, sin embargo, sucedió todo lo contrario. Después de dos carreras iniciales nefastas, comenzó a enlazar buenos resultados hasta lograr el primer podio de su carrera en el Gran Premio de España (próxima prueba del presente Campeonato). Durante aquella campaña, Ricciardo llegó a subirse hasta en tres ocasiones al escalón más alto del podio para alcanzar una más que meritoria tercera plaza en el Mundial. Y no solo eso, sino que aventajó en 71 puntos a quien hasta ese momento se había mostrado imbatible. Ahora, cinco años más tarde, el actual piloto de Renault reconoce que esa etapa fue fácil para él, pues competía sin ningún tipo de presión porque sabía que el número 1 de la escudería era Vettel.
"Recuerdo que aquel año fue emocionante. Tuve la oportunidad de pilotar para un equipo puntero y al mismo tiempo de competir con el que entonces era el campeón actual. Si me acercaba a él, la gente decía 'Ricciardo es bastante bueno, puede competir contra un tetracampeón del mundo'. No había presión real, ya que solo era una opción para mí. Estuvo bien la temporada; realmente la disfruté", ha comentado en unas declaraciones concedidas al portal web alemán Motorsport-Total.
Una relación muy buena
Del mismo modo, el número '3' destaca la buena relación que mantuvo y sigue manteniendo con el germano, de quien algunos decían que en algunas ocasiones no sabía perder. Es por ello que, en estos momentos, le sigue admirando y respetando como el primer día. Y es que, como bien afirma, la competición corre por sus venas: "En cierto modo, el año con Seb fue muy fácil porque, como ya he dicho, en ese momento no tenía presión. Esperaba que él hubiera empujado más. Dicen que no siempre es un buen perdedor, pero nosotros tuvimos una relación buena con un buen nivel de respeto. Admiro a Seb por muchas cosas, pues alcanzó muchos logros, pero nunca pensé que fuera mejor que yo. Además de los resultados, quería aprender de él. Sé lo meticuloso que es y cuánto invierte en el deporte. Vive y respira Fórmula 1 y competición. No quería copiarle, sino aprender algunas cosas de él que me parecían útiles; quería conservar mi propio estilo", ha añadido a modo de conclusión.