Recalar en la Fórmula 1 es un tarea arduo complicada para cualquier piloto, y más aún lo es mantenerse en la categoría. Y si no que se lo digan a Daniil Kvyat. El de Ufá se subió por primera vez a un F1 en el año 2014 de la mano de Toro Rosso, equipo en el que debutaría y, al mismo tiempo, disputaría su última carrera, no sin antes competir durante algo más de una temporada bajo las órdenes de Red Bull. 2017 marcaría el final del piloto ruso en la máxima categoría. Sin embargo, la salida de Daniel Ricciardo de Red Bull y la posterior llegada de Pierre Gasly al equipo austriaco, así como la marcha de Brendon Hartley de Toro Rosso, le brindaron la oportunidad de regresar a la escudería italiana de cara a la inminente campaña.
Ante esta nueva ocasión, Kvyat no ha dejado pasar por alto el hecho de volver a competir con Carlos Sainz, con quien ya coincidió en el equipo de Faenza durante los años 2016 y 2017, donde fue claramente derrotado por el español. Si bien destaca la buena amistad que mantienen desde entonces, asegura que una vez en pista su principal objetivo será terminar los Grandes Premios por delante de él. Igualmente, reconoce la igualdad existente a día de hoy en la zona media de la parrilla, lo cual les puede permitir luchar por la zona de los puntos de manera asidua, aunque al mismo tiempo señala que la batalla por el Top 10 será realmente cruenta.
De nuevo, cara a cara con Sainz
"Cada vez que nos vemos, hablamos un rato. Tenemos muy buena relación. Carlos y yo siempre estamos bromeando, y cuando vamos a cenar, acostumbramos a reírnos de muchas cosas. En la pista, él trabaja también muy duro, así que las bromas se quedan fuera. Y esperamos que así sea. Me gustaría mucho estar cerca de Carlos en el asfalto, y la verdad es que espero ganarle. Durante toda mi carrera, los dos siempre hemos querido hacerlo mejor el uno que el otro, y es así como debe ser, pues es lo normal. Espero que la zona media esté muy igualada, ya que eso significaría que habría muchas batallas y siempre tendríamos la opción de luchar por conseguir puntos. Será bonito", ha comentado en unas declaraciones concedidas al diario catalán Mundo Deportivo.
"Es interesante ver a Carlos en McLaren. Él siempre está ahí. Últimamente ha cambiado algunas veces de equipo, así que veremos cómo se encuentra con los de Woking. Yo solo me centraré en estar delante de él en pista. Como ya he dicho, la mitad de parrilla está muy apretada, y es algo que vamos a ver en Australia y en Baréin. Serán dos carreras definitivas para entender dónde nos encontramos. Lo importante es que hemos hecho nuestros deberes bien en fábrica y en pista el coche se ha comportado de una forma adecuada. Eso es lo mejor", ha proseguido.
2018, un punto de inflexión para él
Por otro lado, el número '26' de Toro Rosso ha admitido que tras su marcha de la Fórmula 1 comprendió lo complicado que era este deporte, sobre todo para aquellos que luchan día a día en equipos en los que no están permitidos los errores, pues varias carreras fallidas pueden llevarte a salir de la competición. Aun así, asevera que ese duro golpe también tuvo aspectos positivos para él, pues gracias a ello la temporada pasada pudo convertirse en piloto de pruebas de Ferrari, lo cual le ha ayudado a crecer dentro de un monoplaza; algo que espera demostrar a lo largo de esta temporada.
"La Fórmula 1 es un deporte complicado en el que siempre lo tienes que hacer bien. Si eres campeón del mundo te pueden perdonar un momento de bajón, pero cuando estás en la zona media, siempre tienes que estar a tu mejor nivel, por lo que no puedes tener tres o cuatro carreras en las que pilotes a un nivel más bajo. Creo que 2018 fue un año muy pero que muy positivo para mí. Ha sido bueno trabajar en un ambiente un poco diferente como el de Ferrari. Se han portado muy bien conmigo, y me gustó mucho formar parte de su escudería. Lo cierto es que tenía ganas de volver a la F1. Me parecía que era muy difícil de lograr, pero al final llegó la ocasión", señala.
Albon no será un compañero fácil de batir
Entretanto, Kvyat admite que en muchas ocasiones pensó que, a pesar de su juventud, nunca más volvería a la Fórmula 1, pues los nuevos talentos vienen pisando fuerte y él ya había tenido su oportunidad. Finalmente, el precipitado ascenso de Gasly a Red Bull y la posterior salida de Hartley tras completar una campaña mediocre, le dieron la oportunidad de reunirse con Toro Rosso para hablar sobre su regreso. Además, lo hace con la responsabilidad de ser el veterano de sus filas, pues al otro lado del garaje le acompañará el debutante Alexander Albon, que ya ha dejado buenas sensaciones en los test. De hecho, no solo logró el séptimo mejor tiempo de la pretemporada, sino que además superó a su compañero de garaje en seis milésimas.
"Siempre creía en que podía ocurrir lo de no regresar a la categoría, pues había algunos puntos que lo hacían difícil. No obstante, conseguimos llegar a un acuerdo. A veces es bueno vivir algún altibajo, ya que este año me ha ayudado a tener más hambre. El tiempo lo dirá. Lo único que puedo afirmar es que creo que he cambiado algunas cosas de mi forma de preparar las carreras, así como en mi trabajo, y espero de verdad que eso conlleve una mejora en mi pilotaje, pero no quiero desvelar nada, sino que prefiero dejarlo claro en la pista. Me puse en manos de mi actual preparador y coach, que me ha ayudado tanto mentalmente. Se llama Stuart y es australiano. Tengo un gran equipo a mi alrededor y estoy muy contento por ello, ya que hubo personas que me ayudaron en su día a digerir bien el pasado y a entender lo que tenía que mejorar como persona y piloto. Es importante reconocer lo que puedes mejorar y hacerlo", ha expresado para finalizar.