Con la Fórmula 1 a punto de encarar su tramo final, aún hay algunos pilotos cuyo futuro sigue estando en el aire de cara a 2020. Uno de ellos es Robert Kubica. El polaco no está completando una buena campaña debido a sus limitaciones físicas y al nefasto rendimiento de su monoplaza, el FW42, lo cual le ha llevado a convertirse en el farolillo rojo de la parrilla prácticamente en cada fin de semana de competición. Asimismo, el hecho de que su compañero de garaje, el debutante George Russell, le esté superando de manera contundente, hace que su continuidad en la máxima categoría del automovilismo sea aún incierta. Así lo confirma el propio afectado, quien reconoce que su futuro inmediato en la Fórmula 1 sigue sin estar decidido, ya que no solo depende de él, sino que existen otros factores a tener en cuenta. Recordemos que en las últimas semanas ha comenzado a sonar con fuerza el nombre de Nicholas Latifi como posible sustituto de Kubica en caso de que Williams decida no renovar su contrato.
"No sé lo que haré en 2020, ya que todavía no conozco ningún detalle al respecto. Hay planes, pero no todo depende de mí, así que veremos cómo se desarrolla todo. La situación es igual cada año. Hay que tener paciencia. El comienzo de la temporada fue muy duro, pues hubo muchos problemas, ya no solo de rendimiento, sino también de otro tipo, y creo que eso afectó al pilotaje y a los resultados. Pienso que la carrera más emotiva fue la de Australia, ya que fue la primera para mí tras un largo parón. Respecto a pilotaje, diría que Mónaco", ha señalado durante un evento celebrado en Polonia.
Italia, prueba de fuego para los de Grove
Mientras tanto, el piloto polaco no cree que el rendimiento del equipo en Monza (segunda prueba tras el parón veraniego) sea mucho mejor que el ofrecido en los últimos Grandes Premios, aunque confía en que Williams complete allí el mejor fin de semana del año, como ya ocurriera la temporada pasada: "En los coches de Fórmula 1 el motor supone el 5% del rendimiento. De hecho, el monoplaza es el que marca la diferencia. Por supuesto, el motor también puede ayudar, pero en Monza las velocidades máximas son cuestión de aerodinámica, así que no creo que estemos en una situación mucho mejor allí. El año pasado fue el mejor fin de semana para Williams, por lo que esperemos que esta vez también sea así, no obstante, el coche de este año es significativamente diferente al de la temporada pasada", concluye el piloto de la escudería británica.