Últimamente, por desgracia, comienza a ser habitual ver a míticas escuderías de la Fórmula 1 tocar fondo. La última en pasar por ello ha sido Williams, aunque antes, como todo el mundo sabe, fue McLaren la que afrontó esta dura fase. En el año 2014 se iniciaba una nueva era en el equipo de Woking tras hacerse oficial su alianza con Honda, que además coincidía con la incorporación de Fernando Alonso. A partir de entonces se iniciaba un periodo de reestructuración del que muchos esperaban grandes resultados, pero estos nunca acabaron llegando. Ahora, más de cuatro años después, el que fuera jefe de McLaren, Éric Boullier, ha querido hablar sobre esta compleja etapa. El ingeniero francés asegura que desde el primer momento supo que esta asociación implicaba un gran sacrificio para ellos dentro de la categoría, pues los nipones no estaban preparados para hacer frente a las exigencias de la misma. Y así fue. Sin embargo, cuando lo habló con Ron Dennis ya no había vuelta atrás, ya que el contrato estaba firmado.
"Desde la primera reunión que llevamos a cabo, me di cuenta de lo poco preparados que estaban los hombres de Honda ante el enorme desafío al que se enfrentaban. En aquel momento le dije a Ron Dennis que necesitaríamos al menos tres o cuatro temporadas de desarrollo para aspirar a la parte alta de la tabla, pero los contratos ya estaban firmados y Dennis estaba seguro de que podría revivir las glorias del pasado", ha señalado en unas declaraciones concedidas a la revista japonesa Sokuho.
Un enorme paso atrás
Del mismo modo, Boullier no tiene problemas en reconocer que la llegada de Honda como motorista supuso una auténtica pesadilla para el equipo McLaren, como terminaron reflejando sus malos resultados y su nefasto rendimiento sobre la pista: "Los motores actuales son muy sofisticados y solo el equipo Mercedes estaba preparado para superar a la competencia después de años de desarrollo. Lo cierto es que la asociación entre McLaren y Honda no podría haber llegado en un momento técnico-histórico más difícil, y como ya había imaginado, el trienio de este binomio fue una pesadilla", ha proseguido.
Por otro lado, respecto a su nueva etapa junto a Renault, admite que desde McLaren se equivocaron con el desarrollo del MCL33, lo cual derivó en una notable involución del monoplaza a lo largo de 2018. No hay que olvidar que Alonso comenzó el año alcanzando una esperanzadora quinta posición en Australia y se fue de Abu Dabi fuera de la zona de puntos: "En abril de 2018 nos dimos cuenta de que habíamos fallado completamente con el coche. En 2017 el departamento de aerodinámica se fortaleció, pero luego encontramos problemas graves en la correlación de datos y no tuvimos una solución hasta el mes abril, pero entonces ya era demasiado tarde. En algunos aspectos, fuimos menos competitivos incluso que en 2017, lo cual fue difícil de asimilar a nivel moral. Finalmente, fueron cuatro años y medio muy ocupados en los que no escatimé en intentar que el equipo tuviera éxito", expresa para finalizar.