La temporada 2008 de Fórmula 1 acabó con uno de los finales más igualados de la historia de la competición. Todo hacía indicar que Felipe Massa se proclamaba campeón del mundo (así lo decía el icónico gesto de su padre que nunca olvidaremos), pero a dos curvas del final, Lewis Hamilton adelantaba a Timo Glock y se hacía con su primera corona. Todos señalamos esa maniobra como la causante de que Massa perdiera el título, sin embargo, el piloto brasileño retrocede al Gran Premio de Singapur, cuando Nelson Piquet Jr. se estrelló de forma consensuada contra el muro mientras el ex de Ferrari libraba la prueba. Una actuación que el de São Paulo considera deleznable, denunciando además la pasividad de la categoría reina del automovilismo ante tal acción, que a él le costó un Mundial, pero que quedó en agua de borrajas a ojos de la FIA.
Lo tenía todo a su favor
"Si la lluvia hubiera comenzado un minuto más tarde, me habría convertido en campeón del mundo, pero al fin y al cabo todo ocurre por una razón. Nunca olvidaré ese día en Interlagos", comienza relatando en unas palabras concedidas al portal web de Países Bajos Formule 1. "Lo que aconteció en Singapur es inaceptable. Se puede comparar con un árbitro de fútbol al que paga un equipo. Si eso sucede, el otro equipo presenta una demanda, sin embargo, eso no pasa en la Fórmula 1. Nunca pasa nada allí", asevera a modo de conclusión.