Para esta temporada, hubo numerosos bailes de pilotos, unos que cambiaban de equipo, otros que ascendían desde F2 y Fernando Alonso quien regresaba de su retiro espiritual. Después de haber estado dos años intensos compitiendo en distintas disciplinas del motorsport, 2021 era el momento correcto para regresar a la Fórmula 1 de la mano de Alpine. A pesar de que las sensaciones todavía no sean las mejores al volante del A521 y esté lejos de su mejor versión, está feliz de haber vuelto a la categoría donde todo comenzó, no esperaba que la alegría fuese tan grande tras los primeros compases de esta campaña. El español destaca los dos factores principales por los que está disfrutando tanto de su regreso. El primero ha sido el haberse enfrentado a nuevos retos, de los cuales hubiese sido complicado de realizar si lo hubiese intentado compaginar con la F1, y el segundo ha sido volver a su equipo Renault.
Afrontar nuevos retos y estar en Alpine ha sido clave para regresar
"Hay dos factores que juegan un papel importante. Estar dos años fuera del deporte era necesario para mí. Después de 18 temporadas en Fórmula 1 sin parar, con dedicación total, era demasiado exigente en cierto punto. Tenía en mi cabeza los desafíos de Le Mans, Daytona y la posibilidad del WEC [Campeonato del Mundo de Resistencia]. He tenido que hacer esto y marcar estas casillas para estar feliz. Sentía que estaba perdiendo el tiempo en las temporadas previas a 2018. Una vez estos retos se completaron, disfruto de cada fin de semana aquí".
"El segundo es el equipo, el cual es fantástico. Conoces cuál es la atmósfera que tenemos, cuál es la motivación que tenemos en Enstone y Viry, el trabajo duro que estamos realizando, cómo enfocamos cada fin de semana, cómo afrontamos los pequeños éxitos y cómo encaramos los momentos malos. Todos nosotros estamos unidos hacia la misma dirección y esto se siente en cada semana", ha finalizado el bicampeón en palabras con la prensa en el circuito de Azerbaiyán.