La presente campaña de Fórmula 1 está suponiendo un reto realmente complicado para aquellos pilotos que han cambiado de equipo o han regresado a la competición. Es el caso de Fernando Alonso, que pese a ser considerado como uno de los mejores, sigue sin adaptarse a su nuevo monoplaza. El bicampeón del mundo está siendo superado de manera asidua por su compañero de garaje, Esteban Ocon, y todo apunta a que el rumbo no variará su dirección hasta dentro de algunas semanas. Concretamente, el número '14' apunta al Gran Premio de Francia, que tendrá lugar en el circuito de Paul Ricard entre el 18 y el 20 de junio, como el inicio de una nueva etapa para él en la actual temporada. Será en esa prueba cuando el equipo Alpine presente modificaciones en la dirección del A521, las cuales deberían ayudarle en su adaptación y, por ende, en el paso adelante que todos esperan de él. Sea como fuere, lo cierto es que el regreso a la categoría reina del automovilismo está siendo bastante complejo para él, por lo que veremos cómo se va desarrollando el año y hasta dónde es capaz de llegar.
Nadie dijo que fuera fácil
"El inicio de la temporada no está conformado por el mejor calendario posible para un piloto que llega de nuevas. Tuve Imola y Portugal, dos circuitos en los que no piloté desde hace años e incluso nunca, como en Portimao, mientras que los demás pilotaron hace cuatro meses, y luego dos circuitos urbanos, de modo que las seis primeras carreras son muy desafiantes para adaptarse. A partir de Francia, ojalá comience un Campeonato nuevo para mí. En lo que respecta a la dirección, espero que podamos conseguir algo con lo que yo sienta un poco mejor con el equilibrio del monoplaza y pueda brindar comentarios mejores sobre lo que siento ahora", ha comentado en una rueda de prensa virtual celebrada tras el Gran Premio de Mónaco.