Fernando Alonso consiguió ayer agrandar un poco más su palmarés tras lograr su segunda victoria en las 24 Horas de Le Mans y conquistar el Campeonato del Mundo de Resistencia, convirtiéndose así en el único campeón de Fórmula 1 que alcanza este hito. Un resultado que le devuelve al olimpo del automovilismo y que le dota de una gran confianza y autoestima de cara a próximos retos. El piloto español se mostraba muy emocionado después de la bandera a cuadros, y es que hacía trece años que no celebraba un Mundial, desde que en 2006 se hiciera con la corona en F1 junto a Renault. Asimismo, lamentaba el pinchazo del Toyota número 7, que había liderado toda la carrera, así como la qualy, ratificando que en esta ocasión la suerte había jugado un papel muy importante para permitirle subir al escalón más alto del podio. Aun así, al monoplaza del asturiano, Nakajima y Buemi le bastaba con ser séptimo para proclamarse campeón.
"Esta victoria es genial y totalmente inesperada. Conseguir el título y además hacerlo en Le Mans me deja sin palabras. No teníamos el ritmo en las 24 Horas. Lo cierto es que no fuimos tan rápidos como el coche 7 en la pista y no nos merecíamos ganar, pero la suerte jugó un factor importante, como ocurre a veces en el mundo del motor. Recuerdo ver por televisión cómo Nakajima se quedaba parado en 2016. Son momentos increíblemente duros. Yo los he vivido peleando por el Mundial con McLaren en 2007, así como con Ferrari en 2010 y 2012. Cuando llegas al final y no puedes completar el trabajo, te sientes mal. Me siento triste y lo siento por mis compañeros, porque no son solo compañeros, sino que también son amigos. Se merecían la victoria en esta prueba, pero la carrera, o quien sea, nos escogió a nosotros para ganarla", ha comentado ante los medios de comunicación trasladados a Le Mans.
Se acuerda de sus oponentes
Del mismo modo, el español celebra haber conseguido su principal objetivo, que era volver a sentirse campeón, le manda todo su apoyo a sus rivales del Toyota número 7 (Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María "Pechito" López) y apuesta por ellos para el triunfo del próximo año en Le Mans, ya que, una vez más, ratifica que su ritmo fue superior en todo momento durante la prueba: "El principal objetivo del coche número 8 era el título. La supertemporada ha sido una gran experiencia a nivel personal, y no puedo agradecerle lo suficiente a Toyota por un coche y un equipo magníficos. Lo han clavado en cada carrera. El coche 7 ha sido el mejor a lo largo de las 24 horas, pero la suerte nos eligió esta vez. Han hecho un gran trabajo estos días, así que espero que el año que viene ganen. El de ayer fue un día muy especial, emocionante. Algunas veces estábamos detrás, otras veces delante. Al final tuvimos la oportunidad y logramos el triunfo. No fuimos los ganadores en la pista, pero la fortuna estuvo de nuestra parte. El automovilismo es así", ha proseguido.
Mientras tanto, Alonso no descarta su posible regreso al WEC a medio plazo, aseverando que no estará en la competición el próximo año debido a la incompatibilidad del calendario con sus próximos desafíos: "El programa del WEC no está en la mesa del año que viene porque era difícil comprometerme desde el siguiente mes, que es cuando empieza la próxima temporada, hasta junio de 2020. Quiero tener las opciones un poco más abiertas para el año que viene, aunque al WEC y a Le Mans volveré al 100%. Me encantan esta carrera y este Campeonato, de modo que será un descanso breve", expresa a modo de conclusión.