El piloto español aterrizó en la categoría reina del automovilismo en 2001, mucho ha llovido ya desde entonces. Momentos muy buenos y también otros menos buenos, incluso difíciles no todo es perfecto y mantenerse arriba en esta competición durante tantos años no es tarea fácil para ningún piloto. Quienes comenzaron de niños a seguir los pasos del asturiano en la Fórmula, ya no son tan niños. El tiempo ha pasado para todos, pero en las retinas de los aficionados quedarán grabadas algunas de las grandes hazañas que Fernando Alonso regaló a los apasionados de este deporte. Si bien es verdad, las últimas temporadas lejos quedan de momentos épicos, pero lo bueno debe ser recordado y no empañado.
El ovetense deja a sus espaldas dos títulos mundiales de pilotos y el honor de hacer campeona a la escudería del rombo. Carreras en las que logró levantar a los espectadores de sus asientos, haciéndoles aplaudir y gritar como si no existiera en ese momento nada más en el mundo. A lo largo de sus años en la categoría ha luchado con grandes pilotos, grandes campeones como Michael Schumacher, Lewis Hamilton, Sebastian Vettel o Kimi Räikkönen, entre otros. Comprometido y centrado en su labor, el de McLaren explica sus sentimientos a la hora de afrontar sus últimos Grandes Premios. Cuando le dicen que será la última afirma estar pendiente de los detalles importantes de cada GP, pero cuando la acción acaba y enfilan la salida del circuito y el final de cada cita la nostalgia llega a su mente, pensando que ya no volverá el próximo año. Aunque recalca que esto no es el final de todo, ahora está con su mente centrada en el WEC y para la temporada que viene se van situando en el horizonte nuevos desafíos, entre ellos el regreso a las 500 Millas Indianápolis.
Centrado, la nostalgia llega cuando todo acaba
"Ahora no lo pienso en Fórmula 1, porque estoy con la mente totalmente en el WEC. La semana que viene, creo que el día de la carrera, sobre todo, será emotivo y especial. También me ha pasado un poco en las últimas carreras. Hasta que no llega el domingo no siento nada, siempre me dicen que es la última vez en ese país, y te sientes igual porque tienes la cabeza en los libres, la clasificación, los neumáticos y la carrera. Pero siempre cuando llega el domingo, das la vuelta de reconocimiento, haces la salida, acaba la carrera, recoges la bolsa, te vistes normal, te vas del paddock y echas la mirada atrás pensando que no vas a volver allí. Abu Dabi supongo que será algo parecido a un domingo normal, pero multiplicado por 100 por ser la última".
Algunas pistas sobre el futuro
"Haré muchas más carreras, pero se sabrá paso a paso. Aparte de las carreras WEC, creo que hay cuatro pruebas con esas. Así que, si agregas los tres fines de semana de carreras y las cuatro semanas de pruebas, eso es siete hasta junio, más la prueba de IndyCar y dos semanas de las 500. Si ves el calendario hasta junio, quizá hay dos o tres semanas libres. Así que, aunque parezca que no hay demasiadas carreras, hay muchas preparaciones para esas carreras y estoy deseando que llegue, es bueno estar de vuelta en la Indy. Esta prueba es completamente impredecible hasta las últimas 20 vueltas de la carrera, por lo que todo es cuestión de dejar pasar las primeras 180 vueltas para estar en posición de competir en las últimas 20".
"Tenemos todas las sesiones de práctica, las clasificaciones y los pequeños detalles que necesita para ajustar la configuración del coche a esas velocidades. Con 300.000 espectadores en el mismo lugar en el mismo día, es algo que no tiene comparación con ninguna otra carrera en el automovilismo. Fui testigo de eso en 2017, así que todavía lo tengo presente, incluso este año cuando estaba en Mónaco, terminé la carrera, encendí mi ordenador y vi las 500 completas, el año que viene esta oportunidad otra vez y no puedo esperar para estar en Indianápolis".