Fernando Alonso abandonó la Fórmula 1 a finales de 2018 con dos títulos bajo el brazo, sin embargo, su palmarés podía haber sido mucho mayor si uno de los mejores equipos de la parrilla, Ferrari, le hubiera brindado un monoplaza más competitivo. Y es que el asturiano fue subcampeón con los hombres del Cavallino Rampante hasta en tres ocasiones (2010, 2012 y 2013), pero finalmente se fue del equipo italiano con las manos vacías. Ahora, seis años después de su marcha, Alonso recuerda con buen sabor de boca aquella época, ya que, como bien afirma, dieron todo lo que tenían para alzarse con el título en una era dominada de manera contundente por Red Bull. Los resultados no acabaron de acompañar, no obstante, exprimieron sus fuerzas al máximo y nunca bajaron los brazos, y eso es con lo que se queda: "Sé que no logramos ganar el Mundial, pero luchamos y dimos todo lo que teníamos. Trabajamos muy duro por cada resultado y fue emocionalmente intenso. Ser piloto de Ferrari da mucha satisfacción, tanto dentro como fuera del monoplaza. Nosotros perdimos el título por un par de puntos en la era dominante de Red Bull", ha señalado en una entrevista concedida a la revista F1 Racing.
Subcampeón en tres ocasiones
Por otro lado, al ser preguntado por unas declaraciones en las que le pedía a Ferrari un monoplaza más rápido para pelear de tú a tú con los hombres de las bebidas energéticas, el dos veces campeón del mundo de Fórmula 1 admite que sus palabras fueron sacadas de contexto, ya que algunos titulares apuntaban incluso a su deseo de pilotar un Red Bull. A pesar de ello, reconoce que no le hubiera importado conducir uno de los bólidos de la escudería austriaca, pues era el mejor de la parrilla. Lo cual no significa que hubiera aceptado cambiar de aires en caso de haber recibido una oferta: "En aquel momento dije que quería el coche más rápido porque el Ferrari era ocho décimas más lento y la televisión italiana me preguntó si tenía un deseo de cumpleaños. Yo respondí 'tener el coche más rápido'. Sin embargo, los titulares al día siguiente decían que quería un Red Bull. Podría decirse que en cierto modo sí, pues era el monoplaza más rápido, pero no quería pintar el Ferrari de azul. Hay una diferencia. Yo quería un impulso extra, puesto que estábamos luchando por el Campeonato. Massa decía lo mismo, o incluso peor", ha añadido el español a modo de conclusión.