Aunque el bicampeón haya ganado las dos carreras sprint de lo que llevamos de año, la carrera corta no le convence en absoluto, aunque el formato del fin de semana no le parece del todo mal. En primer lugar, la idea de solo tener una sesión de entrenamientos antes de afrontar la clasificación le parece atractivo porque los equipos tienen que dar con la tecla en la configuración de los monoplazas en tan solo una hora. Sin embargo, el problema reside en la sprint, es una sesión donde no se pone toda la carne en el asador y el espectáculo se reduce notablemente, a pesar de que los puntos que se reparten este año hayan aumentado respecto al anterior.
Max Verstappen:
"No soy un gran fan porque siento que no estamos compitiendo realmente, hay puntos que puedes obtener, pero también sabes que no puedes arriesgar demasiado porque es en la carrera principal donde puntúas de verdad. Competir con estos coches es mejor, pero no ves muchos adelantamientos, a menos que haya un coche fuera de posición. Me gusta tener una práctica y luego la clasificación, ya que necesitas clavar los reglajes. Pero cuando llego a la carrera sprint, no arriesgas demasiado y vas a lo seguro".