La ruptura entre McLaren y Honda a finales de 2017 fue una gran oportunidad para Toro Rosso y posiblemente para Red Bull de tener un motor propio sin que se compartiera con sus rivales, como había sucedido con la unidad de potencia de Renault en estos años. Cuando se hizo oficial que el equipo de Faenza competiría en 2018 con los motores nipones, rápidamente recibieron críticas o simplemente se ponía en duda su decisión por lo que había pasado con McLaren desde 2015. Aunque fuera una decisión arriesgada, Franz Tost se muestra satisfecho porque pudieron mejorar ambos durante la temporada y se pudo conseguir muy buenos resultados.
El intenso trabajo dio sus frutos
"Tener a Honda fue lo más destacado para nosotros. Te pones a recordar lo que decían otros equipos sobre Honda el año pasado [2017] y decían 'debes estar totalmente loco, te deseamos lo mejor para el próximo año'. Yo respondí 'sí, tendremos una buena temporada y estaremos por delante de vosotros'. Ellos seguían pensando que quizá estaba loco, pero yo estaba convencido de que Honda fue la decisión correcta. El motor Honda del último año fue mejor de lo que muchos decían".
"Durante los meses de invierno, Honda y Toro Rosso trabajaron realmente duro y lo estuvimos probando en Milton Keynes y en Sakura. Entre nosotros había una cooperación muy cercana y Honda pudo mejorar la fiabilidad tanto como el rendimiento. Sin embargo, estaba claro que no terminaría la temporada con tres motores, pero los últimos cambios de motores fue un deseo desde nuestra parte. Veo esta temporada como si hubiera sido una preparación para el próximo año".