La escudería de Kannapolis lleva arrastrando problemas desde el segundo Gran Premio de la temporada en Baréin. En clasificación, los pilotos muestran un ritmo fantástico a una vuelta y se vio que pueden ser el equipo a batir. Pero en carrera, ese rendimiento prácticamente desaparece y son superados por los pilotos que calificaron por detrás. En los tests posteriores a Sakhir, se intentó recoger el máximo de información posible para entender a qué se debe esa bajada de rendimiento tan fuerte. Tras esos dos días fueron capaces de obtener conclusiones, pero esas soluciones no las pudieron poner en práctica para Shanghái y les volvió a suceder lo mismo.
Desde el equipo están preocupados por si este hándicap se repitiera en el fin de semana de Azerbaiyán. Aun así, todo el personal trabajará duro para entender los motivos de ese suceso lo antes posible para no perder más buenos resultados. Guenther Steiner recuerda que este problema no lo tuvieron en los tests de pretemporada en Barcelona, así que cree que es por un estilo de circuito concreto y por unas características térmicas. El director italiano piensa que el VF-19 solo funciona bien en pistas rápidas y con temperaturas altas de asfalto.
Dolor de cabeza desde la carrera de Sakhir
"Entendimos el problema después de Baréin, pero no pudimos solucionarlo a tiempo para China. Necesitamos seguir trabajando y encontrar una solución para este gran problema. No nos sucedió en los tests invernales porque ese trazado era completamente diferente al de Baréin y China. El de Bakú será incluso peor, aunque me estoy preparando para otra decepción. Espero que podamos encontrar algo antes de esa carrera".
"El coche se adapta a circuitos de alta velocidad, con largas rectas y curvas de energía baja. En los tests de invierno, incluso con el frío en la pista de Barcelona, cargas mucho los neumáticos por lo que los mantenías calientes. En Australia, la temperatura era más alta y todo iba bien. Sin embargo, no funcionaron ni en Baréin ni en Shanghái".