En ningún momento de las dos horas de pruebas, Hamilton estuvo contento con el equilibrio del monoplaza. Además, la falta de agarre de la pista y las altas temperaturas de la pista eran otros factores que le complicaron la vida. La escudería de Brackley había trabajado duramente para que su piloto estuviera cómodo, nada funcionaba. Los continuos deslizamientos no ayudaban para que se pudiera sacar información fiable de sus tandas cortas y largas, por lo que hay mucho trabajo que hacer para que mejore la situación de cara a los próximos días.
Lewis Hamilton:
"Me mantendré optimista y con la esperanza de que podamos estar en una mejor posición mañana, quizá un par de posiciones más arriba que hoy. No fuimos especialmente rápidos, estuvimos sufriendo ahí fuera, el agarre es bastante bajo con la nueva superficie y deslizaba mucho del tren trasero. La temperatura de la pista también fue muy elevada, así que hubo muchos deslizamientos. Esta veremos veremos si podemos hacer cambios en los reglajes para que el coche esté en una mejor posición."