El piloto británico tuvo que volver a lidiar en Mónaco con el rebote, un mal que afecta a su monoplaza y que no parece que quiera marcharse pronto. En España veíamos cómo parecían haber acertado en sus movimientos para hacer desaparecer este efecto. Pero en el Principado regresó y se agravó con el estado de la pista monegasca. Lewis espera que no tengan que volver a sufrir de esa manera en Bakú, pero para saber eso a ciencia cierta habrá que esperar al momento en que pongan su monoplaza en la pista de Azerbaiyán. El 44 también ha reconocido que hubiera sido bonito sentirse parte de la familia de Maranello en algún momento de su carrera. Pero sabe que nunca pasará porque es familia Mercedes y siempre será así.
Los rebotes fueron excesivos en Mónaco
"Rezo para que el coche no se sienta como aquí, en Mónaco fue peor que nunca hasta ahora con este coche, por los baches. Estoy deseando dejarlo atrás. Mis dientes y mi mandíbula estaban moviéndose todo el tiempo, he terminado harto del rebote. No sé si es el porpoising. Con suerte, eso no es lo que tuvimos en la última carrera. Así que espero que, obviamente, no sea un problema en Bakú. Pero lo que pasa es que si hay baches, entonces en las curvas podríamos tener problemas. Estoy bastante seguro, nuestro coche es muy rígido, las ruedas y la suspensión lo empujan de vuelta al suelo, así que sí. Pero espero con ansias una pista más abierta, espero que no sea así en la próxima carrera, solo estoy rezado para que no esté tan bacheado como en Mónaco".
¿Le hubiera gustado vestirse de rojo Ferrari?
"Por supuesto que habría sido bonito correr para Ferrari durante algún momento de mi carrera, pero hay algunas cosas que suceden por razones específicas. Mercedes es mi familia y siempre será un piloto de Mercedes, como lo fue en su día Stirling Moss".