Más de dos décadas después, Portugal volvió al calendario de la Fórmula 1 y lo hizo para coronar a Lewis Hamilton como el piloto con más triunfos en la historia de la Fórmula 1. El inglés, con su triunfo hoy, ha superado definitivamente a Michael Schumacher, a quien igualó en número de victorias (91) en el Gran Premio de Eifel. No lo tuvo fácil el británico para alcanzar la número 92, puesto que perdió varias posiciones en una de las salidas más rocambolescas del año y de la que Carlos Sainz salió liderando la prueba tras adelantar a todo lo que se le puso por delante. Hamilton, sin embargo, logró sobreponerse a ese inesperado comienzo para acabar a 25 segundos de Bottas y a 34 de Verstappen, segundo y tercero, respectivamente.
Fue la diferencia de calentamiento en los neumáticos, así como algunas gotas de agua (reportadas por Gasly en la vuelta de formación) en algunas partes del trazado lo que provocó que la primera vuelta del Gran Premio de Portimao hiciese a Hamilton perder varias posiciones, a Sainz liderar la carrera y a Kimi Raikkönen ganar diez posiciones, entre otras (muchas) cosas. No obstante, el caos dejó de ser caos a medida que los compuestos blandos fueron perdiendo agarre y los medios ganando, lo cual hizo que la situación se fuese pareciendo más al estado actual de la Fórmula 1. Así, tras diez vueltas, los dos Mercedes ya rodaban primero y segundo, a unos 10 segundos del Red Bull de Verstappen, tercero. La tónica general esta temporada, vamos.
A esa tónica general en lo que va de campaña también hizo justicia una, otra vez, mala salida del otro Red Bull, el que conduce Alex Albon. El tailandés perdió muchos puestos tras un arranque dubitativo que lo llevó muy atrás en la parrilla y que le dejó sin opciones para el resto de una carrera en la que no puntuó y en la que fue doblado por su compañero de equipo. Cada vez parece más difícil y menos razonable para Red Bull mantener a Albon en el futuro. Atrás en la parrilla se fue quedando también el Mclaren de Carlos Sainz, quien se quejó pronto de falta de agarre en uno de sus neumáticos delanteros para ir, progresivamente, cediendo lugares en la clasificación ante sus rivales. Mismo escenario para Norris, que asimismo empezó la carrera con blandos, aprovechándose de esa ventaja en los primeros giros (llegó a rodar cuarto) y sufriendo las consecuencias de su temprano desgaste después.
Por si el deterioro de sus neumáticos no fuese suficiente, Lando Norris, hoy fuera de los puntos, se vio también envuelto en la vuelta 18 en un incidente con Lance Stroll que acabó con ambos pilotos en la cola de la parrilla. El canadiense, que venía cabreado por una maniobra al límite de Norris una vuelta antes, respondió con otra maniobra al límite en la recta principal para adelantar al de Mclaren. Ese peligroso movimiento envió fuera de pista al de Racing Point y propició que dirección de carrera le aplicara una sanción de cinco segundos. Stroll tuvo que abandonar más tarde, en la vuelta 54. La mala suerte parecía haberse cebado con los Racing Point hoy, donde otro de sus pilotos también rodó en la cola después de un choque con Verstappen en la primera vuelta. Pérez, no obstante, logró poco a poco sobreponerse para acabar en una meritoria séptima posición.
Leclerc, en otra liga
Lo avanzaba Vettel tras la clasificación ayer y lo confirmó Leclerc en la carrera. El monegasco juega en otra liga con respecto al alemán, todo un tetracampeón del mundo, en lo que respecta al rendimiento en la pista con un Ferrari que lleva varios fines de semana incorporando mejoras al coche. Solo uno de sus pilotos, sin embargo, está siendo capaz de aprovecharlo: Leclerc. Al que el año que viene será compañero de Sainz se le vio con ritmo desde el principio, cómodo en la parte noble de la parrilla y manteniendo siempre a raya a sus perseguidores. Acabó cuarto. Vettel, por contra, protagonizó una salida tímida y luego ganó alguna posición, lo cual le permitió entrar en los puntos (fue décimo) después de varias carreras quedándose fuera y ofreciendo un pésimo rendimiento.
También volvió a puntuar un Pierre Gasly que suma y sigue. Se rumorea que el francés podría recalar en Mercedes en el futuro y, desde luego, motivos está dando para pensar que su fichaje por el equipo alemán es realista. El de Alpha Tauri logró hoy un quinto puesto que le mantiene entre los diez primeros clasificados del mundial de pilotos. Ahí precisamente se ha colocado hoy Carlos Sainz, que en la última vuelta de la carrera adelantó a Checo Pérez para conseguir una más que óptima sexta posición para un equipo, Mclaren, que sigue en la batalla por el tercer puesto en el mundial de constructores. En esa pelea también sigue Renault, cuyos pilotos hoy protagonizaron una discreta actuación. Ocon fue octavo y Ricciardo, noveno.
Así pues, y aunque desde dirección de carrera se informó a las escuderías de que las últimas vueltas podrían traer lluvia, no fue así. La prueba, por lo tanto, no sufrió grandes alteraciones en su tramo final salvo la ya mencionada maniobra de Sainz sobre Pérez, que también había sido adelantado por Gasly una vuelta antes. Hamilton, que no pensaba en ello antes de que se apagaran los semáforos, o eso dijo, cruzó la línea de meta consciente de que acababa de romper la barrera de victorias en la máxima categoría del automovilismo. Es historia viva de la Fórmula 1, no hay duda. Con su victoria de hoy, está también más cerca de conseguir su séptimo título. Si lo hace, conseguirá también igualar otro record de Schumacher, que hasta la fecha es el piloto con más mundiales de pilotos. No por mucho tiempo.