El niño que cantaba We Are the Champions de vuelta a casa con su padre en el coche tras su primer Campeonato Británico ahora ya tiene 7 títulos mundiales de F1. El exitoso piloto de Mercedes recuerda lo vivido ayer durante la carrera del Gran Premio de Turquía. El británico explicaba cómo fuer el tramo final de la carrera, debatiendo con el equipo si debían parar o no. Al final se calmó a sí mismo, valoró dónde estaba y lo que esa posición le daba. Se sentía cerca del séptimo título y quiso quedarse ahí aferrarse a la pista hasta ver esa bandera a cuadros que le convertiría en heptacampeón. Entonces miles de recuerdos inundaron su visera, él no quería que se le viera llorar y se quedó durante unos minutos dentro de su monoplaza, con el casco puesto y la visera bajada, ya aparcado en la posición dorada que estaba reservada para el ganador de la carrera y del Campeonato 2020.
Aquel niño que emulaba a sus ídolos de la infancia ayer se convirtió en uno de los más grandes de la F1, igualando a Michael Schumacher. Ahora ya no tiene a nadie por delante, pero se sigue sintiendo fuerte, tanto como para seguir ampliando su leyenda. Veremos hasta dónde es capaz de llegar, pues su talento parece no tener fin, lo que unido al gran trabajo de Mercedes año tras año parezca que no tienen rival. Y lo cierto es que por ahora nadie parece poner en riesgo su supremacía en todo este tiempo.
Lágrimas que se escapan narrando cómo se cumplió sueño de un niño que quería ser campeón
"Muy rara vez pierdo el control de mis emociones y creo que esas últimas vueltas, recuerdo esas últimas vueltas y, obviamente, estábamos discutiendo si debíamos a entrar en boxes. Me estaba diciendo a mí mismo, 'mantén la calma, Lewis, tienes esto'. Podía sentirlo cada vez más cerca y también sabiendo que, si termino donde estoy terminando ahora, tengo este campeonato. Entonces, todas estas emociones me atravesaban, y estaba tratando de detenerlas porque estaba pensando en toda mi carrera, ¿saben? Desde que tenía cinco años, cuando conducía un kart, desde que ganamos nuestro primer Campeonato Británico, conduciendo a casa con mi padre, cantando 'We Are the Champions' y soñando con estar aquí, está bien ahí, a mucha de distancia y eso fue mucho para asimilar".
"Cuando crucé la línea, realmente me di cuenta y me eché a llorar, creo que lloré toda esa vuelta. Y luego no pude salir del coche porque no podía creerlo. No quería que se levantara la visera y que la gente viese las lágrimas fluir y todo eso, porque siempre había dicho que nunca dejaría que me vieran llorar. Recuerdo haber visto a otros pilotos llorar en el pasado y pensé que yo no voy a haría eso, pero fue demasiado".
"Yo solo... para mí, he sido muy fuerte, pero no podría haberlo hecho sin el gran hombre que hubo siempre detrás de mí, mi padre, quien, en los días en que pensaba si yo era lo suficientemente bueno, o no lo era. Si iba a hacerlo lo suficientemente bien, él siempre me mantuvo en marcha. Entonces, estaba pensando en él, estaba pensando en mi madre, estaba pensando en mi madrastra Linda, mi hermano, quien estuvo a mi lado en las buenas y en las malas. Hay escenarios en la vida en los que dices 'inscribámonos muy rápido' para garantizar su futuro. Quería dejarlo a un lado y esperar hasta que el trabajo estuviera terminado. Entonces, probablemente durante las próximas semanas, tenemos tres semanas en el Oriente Medio, así que ahora es un poco más relajado, pero todavía tengo tres carreras por delante que quiero ganar. No está hecho, pero lo haremos, estoy seguro".