No hubo color en Baréin. Red Bull arrasó de principio a fin y se hizo con un doblete que ya se presuponía desde los test de pretemporada. Max Verstappen se marchó desde el inicio, abriendo una brecha muy cómoda respecto a sus rivales en las primeras vueltas, mientras que Sergio Pérez sufrió algo más, si bien finalmente la velocidad de su RB19 acabó imponiéndose y le permitió subirse al segundo escalón del podio. El asesor de la escudería austriaca, Helmut Marko, admite que fue una cita sencilla para ellos debido a la falta de competitividad de sus rivales, lo que les permitió no poner toda la carne en el asador y conservar gomas. Por otro lado, asegura que disfrutó con la batalla entre Alonso y Hamilton, la cual acabó cayendo del lado del español.
Muy por encima del resto
"Fue una carrera muy fuerte para nosotros, pero nuestros oponentes nos lo pusieron fácil. La retirada de Leclerc significó que ya no estábamos obligados a ir al límite, y además Alonso tardó demasiado en adelantar a los otros dos coches. Las temperaturas eran muy altas, por lo que si hubiéramos tenido que conducir a toda velocidad, podríamos haber tenido problemas. Valió la pena ver el duelo de Alonso con Hamilton, una carrera de la vieja escuela, dura, pero realmente justa", ha señalado en declaraciones publicadas por el medio F1 Insider.