Uno de los temas que más controversia generó esta temporada en la Fórmula 1 fue la situación vivida en Red Bull durante el Gran Premio de Brasil. El equipo ordenó a Max Verstappen que dejara pasar a Sergio Pérez para que este sumara puntos de cara a la pelea por la segunda plaza de la General, pero el neerlandés se negó a hacerlo, originando una disputa interna con su compañero de garaje. Lo ocurrido generó un gran revuelo, pero parece que las aguas se han calmado. Así lo confirma el jefe de la escudería austriaca, Christian Horner, quien deja claro que todo está arreglado entre ambos, y que cada vez que suceda algo así, se solucionará de puertas para dentro, no ante los medios de comunicación.
Hablando se entiende la gente
"Creo que hay ciertas cosas que los pilotos tienen derecho a discutir en privado. No todas las conversaciones deben cubrirse a través de los medios. Los pilotos tuvieron una buena conversación después de la carrera de Brasil y el ambiente está absolutamente despejado. Eso ya pudo verse cuando llegaron a Abu Dabi. Los dos son personas bastantes adultas y tienen una relación abierta. Si alguna vez hay un problema, se discute, se pone sobre la mesa y se habla. Creo que la comunicación siempre es la mejor manera de lidiar con cualquier problema. Checo es un tipo muy experimentado, lleva mucho tiempo, es muy completo, y Max también es un tirador directo. Ambos siempre han disfrutado de una relación decente, y eso seguirá siendo así", ha señalado en palabras concedidas al medio Speedcafe.
"Son una pareja fenomenal para Red Bull. El éxito que han conseguido en las últimas dos temporadas, su actuación conjunta logrando el Mundial de Constructores este año... Ha sido una actuación notable por ambas partes y en el futuro próximo van a cumplir como lo han hecho", señala para finalizar.